Boston Bruins: ¡Listos para más?

La historia de la National Hockey League es una de las más convincentes de los principales deportes profesionales. Cada semana, NHL.com/es te lleva al interior de la fundación y evolución de la liga, con episodios puntuales. En esta entrega, el viaje a través del tiempo, sirve para recordar uno de los goles más emblemáticos de todos los tiempos, especialmente en la ciudad de Boston.

Hoy en día, en los alrededores del TD Garden, la casa de los Boston Bruins, es común ver monumentos deportivos, especialmente cuando se trata de una conjunto integrante de los llamados "Seis Originales". Una de esas estatuas, está dedicada a una hazaña protagonizada por uno de los mejores defensas de todos los tiempos, tal y como lo es el integrante del Salón de la Fama, Bobby Orr.
La historia detrás del mítico emblema deportivo, se remonta a la Final de la Stanley Cup de 1970, en la que los Bruins se midieron a los St. Louis Blues, equipo que buscaba su primera corona en la NHL. No obstante, Boston dominó con abultadas victorias de 6-1 y 6-2 en sus primeros dos encuentros jugados en calidad de visitante, antes llevarse el tercer duelo con pizarra de 4-1 en casa.
Buscando evitar la barrida, los Blues fueron más agresivos en el cuarto choque y llegaron a estar arriba 2-1 en el segundo período, hasta que un tanto de Phil Esposito niveló las acciones. No obstante, Larry Keenan en Power Play a los 19 segundos del tercer parcial puso arriba nuevamente a St. Louis, pero Johnny Bucyk despertó la fiesta en el antiguo Boston Garden al igualar todo con un 3-3 que estiró el encuentro hasta minutos adicionales.

Bobby Orr cup

Un gol…Un vuelo
El cuarto juego de aquella final de la Stanley Cup, se llevó a cabo durante la celebración del Día de las Madres y eso, pareció inspirar a los jugadores de los Bruins, especialmente a Bobby Orr, quien apenas a los 40 segundos del tiempo extra, tomó el pase de Derek "Turk" Sanderson y de primera sacó un remate perfectamente colocado para vencer al arquero rival Glenn Hall, marcando el 4-3 definitivo para darle a Boston su primer campeonato después de 29 largos años.
Por muy importante que fue aquel gol, la secuencia quedó inmortalizada gracias a la peculiar celebración de Orr, quien después de conectar el disco, tropezó con el defensa de los Blues, Noel Picard, lo que hizo que el joven de 22 años literalmente volara y mientras se elevaba estiró sus brazos, antes de caer sobre la pista de hielo para celebrar con el resto de sus compañeros.
Para cuando Orr aterrizó, el resto de los jugadores de los Bruins comenzaron a amontonarse sobre él, al tiempo en el que toda una multitud de aficionados rugieron simultáneamente en lo que algunos historiadores de hockey describen como un "ruido que pudo haber abierto un hueco en el edificio". Y no es para menos, el episodio dio fin a décadas de sequía en la que fue la primera final del club desde 1958.

Bobby Orr scondary

A nivel individual, el gol ante los Blues le permitió a Orr cerrar una de las mejores temporadas de todos los tiempos, pues en ese mismo torneo, fue reconocido como el mejor defensa de la liga ganando el trofeo Norris, lideró la NHL en puntos, también se llevó el Hart Trophy como el Jugador Más Valioso y finalmente el Conn Smythe como el MVP de los playoffs.
Sin embargo, cuando se cumplieron 50 años de aquel acontecimiento, Orr declaró para la cadena Sportsnet, que lo más especial de ese día "Fue haber ganado la Stanley Cup, el gol lo pudo haber hecho cualquiera y la emoción hubiese sido la misma". No obstante, el integrante del Salón de la Fama, agregó que existe algo de humor en torno al momento.
"Lo más gracioso es cuando Glen Hall (portero de St. Louis) me pregunta que si ése ha sido el único gol que he anotado en toda mi vida. Definitivamente fue algo especial, porque fue para terminar ganando y celebrando con todos los muchachos después de haber jugado muy bien como equipo"
Una imagen para toda la historia
El icónico episodio fue capturado por el fotógrafo del Boston Record-American, Ray Lussier, quien se colocó en posición después de que otro fotógrafo cediera su asiento junto a la pista para tomar irse a tomar una cerveza. En 1996, el gol, cuya fama se debe la foto de acuerdo a Orr, fue nombrado el momento más importante en la historia de la NHL.
Orr, quien militó diez temporadas con los Bruins tras firmar con el equipo a los 18 años, es considerado uno de los mejores jugadores de hockey de todos los tiempos. Es el único defensa que ha ganado el trofeo Art Ross como líder en puntos y es dueño de la marca de más unidades y asistencias en una misma temporada para un integrante de la línea azul. En 1979 volvió a hacer historia, al convertirse en la figura más joven en ser exaltada al Salón de la Fama, logrando la hazaña a la edad de 31 años.

Bobby Orr Sculpture