No obstante, el entusiasmo, el torneo resultó ser un muy duro aprendizaje para la selección mexicana, que perdió sus cinco partidos y ahora le tocó probar el amargo jarabe del descenso, pues México sostendrá su siguiente torneo de la categoría mayor en la División III Grupo A.
La selección masculina mayor de México no había descendido a la División III desde 2006 y desde 2012 se había mantenido firme en la División II Grupo B.
Torneo muy complicado
El partido inaugural del certamen, contra Bulgaria, presentaba una interesante oportunidad de comenzar con una victoria, y el gol de Héctor Majul para abrir el marcador en el mismo primer periodo, parecía una muy buena señal, porque además el tanto se dio en situación de power play apenas al minuto con 51 segundos de acción.
Sin embargo, lo que sucedió fue una sólida reacción búlgara, de tres goles sin respuesta, que dejó en desventaja de 3-1 a México y no fue sino hasta el tercer periodo cuando Alonso Tapia acercó a los americanos a 3-2, pero Miroslav Vasilev aniquiló los sueños mexicanos en los minutos finales con el lapidario 4-2, sellando el primer revés del torneo.
Después de que en la jornada inaugural Emiratos Árabes Unidos apaleó 8-0 a Turquía, se asomaba una esperanza de que México pudiera 'hacer leña del árbol caído' con el ánimo de la selección local para apuntarse el primer triunfo del certamen.
La realidad fue otra. Turquía ganó 5-0, pero el juego tuvo sensaciones mixtas, pues México dominó 36-28 el balance de tiros a gol, pero donde más se notó la desesperación del equipo dirigido por el entrenador Diego de la Garma ya que tuvo ocho oportunidades de ventaja numérica, un par de ellas con cinco minutos con el hombre extra, pero no hubo capacidad para aprovechar esas circunstancias.
La derrota ante Turquía dejó la moral baja y eso se tradujo en una escandalosa derrota por 11-2 ante Bélgica. El juego fue de una disparidad tan grande que los belgas superaron 65-14 a los mexicanos en el total de tiros a gol.
La espiral negativa de la selección mexicana no se pudo detener, a pesar de que en la cuarta jornada el rival en turno era Nueva Zelanda, que al partido contra México llegó sin haber ganado un solo partido y con tres reveses, es decir, era un juego en igualdad de circunstancias.
Pero México acabó sucumbiendo por 7-2 ante los neozelandeses, sentenciando prácticamente su descenso, ya que, en la jornada del cierre del torneo, los mexicanos se iban a enfrentar al equipo más dominante de la competencia, la selección emiratí.
El domingo la selección mexicana cerró su participación en el Mundial División II B ante Emiratos Árabes Unidos y sufrió su quinto revés, para acabar como la única representación sin poder conseguir una victoria al caer 9-4.
El mejor jugador en el torneo para México fue Daniel Cuéllar, quien consiguió seis puntos (dos goles, cuatro asistencias), aunque también es de destacarse la labor de Alonso Tapia quien cosechó cinco unidades (dos goles, tres asistencias).
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