2. Edmonton Oilers
Tras dos viajes consecutivos a la Final de la Stanley Cup, el movimiento clave de los Oilers fue una reingeniería estratégica de su elenco de apoyo. El gerente general Ken Holland creó flexibilidad salarial al deshacerse de los grandes contratos de Evander Kane y Viktor Arvidsson, lo que le permitió atacar sus dos mayores debilidades.
La adquisición del portero Connor Ingram busca darles la estabilidad en la portería que tanto les ha faltado en postemporada, mientras que la firma del cotizado agente libre Andrew Mangiapane añade una capa crucial de anotación secundaria. Estos movimientos señalan un cambio de filosofía hacia un roster más profundo y equilibrado para finalmente dar el último paso.
3. Vegas Golden Knights
Ningún equipo hizo un movimiento más impactante este verano que los Golden Knights. La adquisición de la superestrella Mitch Marner es una apuesta total por el presente y una respuesta directa a su eliminación en playoffs, donde su ofensiva fue silenciada por Edmonton.
Este movimiento no solo crea una de las duplas más dinámicas de la liga con Marner y Jack Eichel, sino que solidifica su identidad de ‘súper equipo’. Con enormes contratos a largo plazo comprometidos con su núcleo, la ventana para ganar es ahora. Cualquier cosa que no sea una Stanley Cup en el futuro cercano será vista como un fracaso para este proyecto.
4. Carolina Hurricanes
El movimiento clave de los Hurricanes fue un giro agresivo en su filosofía: pasar de desarrollar talento a adquirir élite establecida en su mejor momento. La firma del estelar agente libre Nikolaj Ehlers y la adquisición del defensa K’Andre Miller son claras jugadas de pretender ganar ahora.
Estas incorporaciones transforman al equipo sobre el papel, dándoles posiblemente el mejor Top 4 defensivo de la NHL y el finalizador de élite que su Power Play necesitaba desesperadamente. Carolina ha sacrificado flexibilidad futura para entrar de lleno en su ventana de campeonato, y la presión para entregar una Stanley Cup es ahora inmensa.
5. Dallas Stars
En una Conferencia Oeste que se ha convertido en un arduo ‘campo de batalla’, el movimiento clave de Dallas fue responder con su propia pólvora. La adquisición de la superestrella Mikko Rantanen en un canje masivo en la fecha límite de cambios, que costó un prospecto de élite y múltiples selecciones del draft, es una declaración de que no se quedarán atrás.
Esta jugada crea una potencial súper línea con Jason Robertson y Roope Hintz, apostando a que un trío ofensivo imparable es la respuesta para superar a rivales como Edmonton y Colorado. Los Stars han puesto todas sus fichas en el centro de la mesa.
Una temporada completa con este grupo debe ilusionar a los seguidores texanos.
6. Colorado Avalanche
Mientras sus rivales hacían movimientos de gran impacto, la clave del Avalanche fue una recarga estratégica alrededor de su núcleo. No hubo una sola contratación relevante, sino una serie de adiciones inteligentes para profundizar el roster, destacando la firma del veterano defensa Brent Burns.
Resalta el regreso del capitán Gabriel Landeskog luego de reponerse a una lesión que amenazaba su carrera. Aunque ya volvió desde los playoffs pasados, su liderazgo y presencia física son elementos que el equipo extrañó profundamente, y su retorno, junto con las adiciones de profundidad, extiende su ventana de campeonato sin comprometer su futuro salarial.
7. Winnipeg Jets
El movimiento clave de los Jets fue un cambio de identidad. Tras ganar el Trofeo de los Presidentes y sufrir otra decepción en playoffs, la organización giró hacia el liderazgo y la estructura por encima de la habilidad ofensiva pura. Dejar ir al dinámico Nikolaj Ehlers y firmar al legendario Jonathan Toews es la personificación de esta nueva filosofía.
La apuesta es que la experiencia de campeonato y la mentalidad defensiva de un veterano como Toews, esperando que en el segundo año al frente del entrenador Scott Arniel, sea una fórmula que finalmente se traducirá en tener éxito en la temporada regular, pero también en una profunda incursión en la postemporada.
8. Tampa Bay Lightning
En una era de movimientos agresivos, el movimiento clave del Lightning fue la calma y la confianza en su proceso. Su temporada muerta fue notablemente tranquila, enfocada en una sola acción principal: la extensión de contrato de su jugador franquicia, el defensa Victor Hedman.
Esta decisión subraya su creencia inquebrantable en su núcleo de élite (Kucherov, Point, Hedman, Vasilevskiy) y en el sistema del coach Jon Cooper. Demuestra una gestión magistral de la etapa final de su ventana de campeonato, manteniéndose competitivos sin hipotecar el futuro.
9. Washington Capitals
Los Capitals vienen de una temporada de ensueño, en la que además de además de desafiar las expectativas al terminar con récord de 51-22-9, 111 puntos, vieron cómo Alex Ovechkin se convertía en el máximo goleador en la historia de la NHL, superando el mítico récord de Wayne Gretzky.
Sin embargo, sin una movida particularmente llamativa, el club está apostando a la continuidad. El retiro oficial del veterano T.J. Oshie —tras perderse toda la campaña pasada— marca el final simbólico de una era, pero la verdadera jugada es la promoción esperada de los prospectos de élite Ryan Leonard y Ivan Miroshnichenko a roles protagónicos.
10. Toronto Maple Leafs
El movimiento de la temporada para los Maple Leafs fue monumental y definitorio: el cambio de Mitch Marner. Esta transacción representa una metamorfosis radical, abandonando la era del “Núcleo de Cuatro” para apostar por una construcción de roster más profunda y equilibrada.
El éxito de su temporada dependerá enteramente de si esta apuesta da frutos. La directiva ha canjeado a un talento individual superlativo por varias piezas (Roy, Joshua, Maccelli) diseñadas para hacer al equipo más rudo y versátil, con la esperanza de que la suma de las partes sea finalmente la respuesta para el éxito en los playoffs.