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Desde su fundación oficial en 1917, La National Hockey League se ha convertido en una de las cinco ligas más grandes del deporte profesional en América del Norte y con el pasar de cada temporada, nuevos mercados se suman a la afición, al tiempo en el que son más los jóvenes que se agregan a la práctica de esta disciplina. Por ello, NHL.com/es, presenta las conexiones existentes entre el hielo y personalidades fuera de la pista y esta entrega, destaca la perspectiva de un gloria del béisbol nacida en América Latina.

“Uno no sabe lo difícil que es el hockey hasta que un partido en vivo”. Fueron las primeras palabras del 11 veces ganador del Guante de Oro en el Béisbol de Grandes Ligas, Omar Vízquel, quien se encuentra en su sexto año como candidato al Salón de la Fama, después de una de las carreras más longevas para cualquier pelotero, al disputar 24 temporadas. 

Hoy en día, el venezolano, nacido en Caracas el 24 de abril de 1967, vive sus días de forma activa pero con una mentalidad dedicada a enseñar y a trabajar sobre las nuevas generaciones del deporte. Después de todo, mucho se puede aprender de alguien que fue dos veces campeón de la Liga Americana con los entonces Indios de Cleveland, (Guardianes), además de conectar casi tres mil imparables (2.877) y participar tres veces en el Juego de Estrellas del llamado mejor béisbol del mundo.

Omar Gold Glove

Vízquel comenzó su carrera con los Marineros de Seattle y sólo cuatro años después, ganó el primero de seis Guantes de Oro de forma consecutiva, cinco de ellos tras ser cambiado a Cleveland, donde formó parte de una de las alineaciones más dominantes de la historia, ganando 100 juegos en una temporada de 1995 que fue reducida de 162 encuentros a 144.

“Para poder alcanzar el éxito y firmar un contrato profesional, debes tener un talento. Es la realidad, porque de allí parte todo. Pero a veces los atletas piensan que la firma del contrato es el final y no es así, porque justamente después de alcanzar eso, es cuando todo depende ti mismo para poder mantener lo que has logrado”. Afirmó el venezolano.

En el año 2005, Vízquel llegó a los Gigantes de San Francisco y en esa misma temporada, se convirtió en el primer campocorto latinoamericano en ganar el Guante de Oro tanto en la Liga Americana (Seattle, Cleveland) como en la Liga Nacional. Su brillante defensiva, le permitió ser conocido en los medios de comunicación fue conocido como “Manos de seda”. 

Contacto con el hielo

Luego de más de 2.900 juegos y diez mil turnos al bate, Vízquel se retiró del béisbol en el año 2012, después de defender las camisetas de Seattle, Cleveland, San Francisco, Texas Rangers, Medias Blancas de Chicago y Azulejos de Toronto. Poco después de haber culminado esa etapa, trabajó como coach de los Tigres de Detroit, siendo en esa ciudad donde vivió de cerca la experiencia de la NHL.

Omar Detroit

“La primera vez que fui a un juego fue en Detroit y la verdad es que lo disfruté mucho, creo también porque es una de las ciudades de los Estados Unidos con una gran tradición en ese deporte”. Señaló Vízquel, en referencia a unos Red Wings que con 11 campeonatos de la Stanley Cup, es el equipo estadounidense con más títulos en la historia de la NHL y el tercero en general, sólo superado por Montreal Canadiens con 24 y los Toronto Maple Leafs con 13.

Vizquel disputó el último año de su carrera en Grandes Ligas en suelo canadiense y allí se dio cuenta de la amplia popularidad de la NHL. “Cuando estuve en Toronto, como todavía me desempeñaba como jugador de Grandes Ligas, no tuve la oportunidad de meterme de lleno en el hockey. Pero con el pasar de los años, he aprendido a patinar sobre hielo, me encanta hacerlo, tanto como ejercicio como actividad”.

Omar Holding Jersey

Desde su perspectiva, el venezolano destaca el trabajo físico y la preparación de los atletas, pero afirma que existe algo mucho más importante. “La gente debe tener en cuenta que la mentalidad es uno de los puntos más importantes de cualquier carrera. Sea hockey, béisbol, cualquier disciplina lo principal es poder entrenar la mente como cualquier otra parte de tu cuerpo y apartar de ella todo lo que perjudique a ser positivo. Cuando se logra eso, los resultados llegan y el trabajo comienza a dar frutos”. 

Responsabilidad social

A sabiendas de lo que significa brillar en lo más alto, Vizquel celebra las iniciativas de la NHL y sus equipos por hacer mejor a la comunidad. Algo que el venezolano ha venido practicando recientemente tanto en los Estados Unidos con actividades benéficas en Cleveland, Texas y Florida, como en su país natal, donde recientemente asistió a clínicas deportivas.

“Si. Uno como atleta profesional se convierte en figura pública y hay que tener en cuenta que los chamos lo ven a uno como una persona intachable, al punto de llegar a ser ídolos. Lo que pasa es que cuando la luz se apaga y salimos del terreno, del hielo, de la cancha, seguimos siendo personas humanas con defectos, aunque a veces eso no se entienda totalmente. No obstante, tengo que decir que la responsabilidad social que tenemos es grande y hay que cuidarla”.

Vízquel también hizo un recordatorio sobre el aspecto humano del atleta profesional. “Yo tuve una carrera superior a los 20 años en Grandes Ligas dando un buen ejemplo. Pero tanto en el juego como en la vida, los errores llegan. A mí me tocó, con cosas alejadas al deporte, pero que afortunadamente hoy en día han podido ser aclaradas, lo que me da una gran paz.  Lo importante, es que se tenga en cuenta que a pesar de que las veces que uno caiga, todos merecemos una segunda oportunidad y cuando llega hay que saber tomarla”.

Y para cerrar, la leyenda venezolana reiteró su admiración por los jugadores de hockey sobre hielo. “Admiración y respeto total por esos atletas que logran brillar en tan alto rendimiento”.  Un alto rendimiento que Vízquel logró mantener por más de dos décadas y ahora espera con madurez, los resultados de una nueva boleta, con la esperanza de convertirse en el segundo venezolano en ser exaltado el Salón de la Fama del Béisbol de Grandes Ligas.

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