La meta continúa.
Cuando se tienen casi 1.500 partidos en la National Hockey League, más de 900 puntos, múltiples selecciones al Juego de Estrellas y un Trofeo Norris, como el mejor defensa de la liga en la 2016-17, PERO, aún no se ha podido alzar una Stanley Cup, entonces el incentivo de ganar el trofeo más grande en todos los deportes profesionales, se convierte en la motivación principal para coronar una carrea que bien podría terminar en el Salón de la Fama.
Y ése, es el caso de Brent Burns, quien a sus 40 años y con todos las distinciones anteriormente mencionadas, firmó por una temporada para sumarse a un Colorado Avalanche con estrellas de la talla de Nathan MacKinnon y Cale Makar, quienes lideran un talentoso grupo determinado a conseguir alzar la Stanley Cup por cuarta vez en su historia después de haber conseguido la gloria recientemente en 2022.
“Me encanta estar en el hielo todos los días y estar rodeado de muchachos que buscan una meta en común. Es un proceso que incluye trabajo duro, dedicación, esfuerzo y la motivación de conseguir metas. Lo disfruto mucho, pero la motivación más grande es que todavía existe algo por conseguir. Levantar esa copa es una fuerza de inspiración, pero también, es la gran meta que sigue pendiente”.
El defensa de 40 años sumó 29 puntos (seis goles, 23 asistencias) en 82 partidos con los Carolina Hurricanes la temporada pasada y cinco unidades (un gol, cuatro asistencias) en 15 partidos de playoffs. Burns no se ha perdido ningún partido en las últimas 11 temporadas. Su racha de 925 encuentros consecutivos jugados, es la cuarta más larga en la historia de la NHL.