La temporada 2025-26 de la National Hockey League, se acerca rápidamente. Prueba de ello, está en que ya el próximo mes de septiembre arrancan los campamentos de entrenamiento, así como la pretemporada. A lo largo de agosto NHL.com/es presenta la serie “32 en 32” para analizar detalladamente a los 32 clubes de la liga, desde sus jugadores hasta las distintas área por mejorar.
Hoy: Buffalo Sabres.
Ya son 14 años desde la última ocasión en la que los Buffalo Sabres se clasificaron a los playoffs de la Stanley Cup, allá por la remota temporada de 2010-11. Desde entonces, la organización del noroeste del estado de Nueva York ha ido apilando decepción tras decepción y la impaciencia de la afición ha tocado fondo.
Después de una espectacular temporada 2022-23 en la que los Sabres cosecharon 91 puntos (42-33-7), quedándose a un punto del segundo comodín del Este que pudo haber roto la maldición son meterse a la postemporada, incluso con su primera campaña con récord ganar en una década, pero en 2023-24 el club tuvo una regresión, y aunque acabaron por arriba de .500 la historia fue la misma.
En medio de esa aparente tendencia al alza, parecía que la temporada 2024-25 se perfilaba como ‘el año’ para ponerle fin al maleficio, pero el equipo volvió a tener una regresión, acabando con marca de 36-39-7 (79 puntos) en el primer año de Lindy Ruff en el cargo, en su segunda etapa.
Un hecho que marcó la temporada de los Sabres en 2024-25 y al mismo tiempo el destino del club, fue que del 27 de noviembre al 21 de diciembre Buffalo cargó con una infame seguidilla de 12 derrotas seguidas que los hundió en los standings de la División Atlántico. Al fin de ese lapso negativo, el equipo tenía marca de 11-23 y nunca pudo sobreponerse a ese profundo bache.
De cara a 2025-26, los Sabres llevaron a cabo una serie de movimientos que tienen como objetivo poner de una buena vez por todas fin a esa larga y pesada racha de temporadas consecutivas sin que el club se meta de nuevo a los playoffs, la pregunta es si esta ocasión esos ajustes rendirán los frutos deseados.
Cambios e incorporaciones notables
Cabe decir que quizás dos de sus más sobresalientes adquisiciones no se dieron en el roster, pues la llegada tanto de Eric Staal como de Jarmo Kekalainen, quienes se incrustarán en el organigrama de la organización como asistentes de Kevyn Adams, el gerente general del club, con la intención de darle estabilidad al equipo y llevar de regreso a los Sabres a los playoffs.
En cuanto a las nuevas adiciones, el defensa Michael Kesselring es quizás el nombre más rimbombante, y llegó procedente del Utah Hockey Club (ahora Utah Mammoth) a cambio de JJ Peterka, el segundo jugador ofensivo más productivo para los Sabres en 2024-25, solo detrás de Tage Thompson. El joven delantero también llegó desde Salt Lake City como parte del canje.




















