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PITTSBURGH -- “Fleury, Fleury, Fleury.”

“¡Un año más! ¡Un año más!”.

“Gracias, Fleury. Gracias, Fleury”.

Marc-Andre Fleury escuchó los fuertes cánticos de los aficionados en la PPG Paints Arena, pero no fueron suficientes para perturbar su concentración en su partido de despedida con los Pittsburgh Penguins el sábado.

Después de estar sentado al final del banquillo de los Penguins durante los dos primeros períodos de un juego de pretemporada contra los Columbus Blue Jackets, Fleury saltó al hielo para el inicio del tercer tramo con Pittsburgh liderando 2-1. Aunque el resultado final no era importante, el Nro. 29 seguía siendo un hombre orgulloso. Como un cerrador que sube a la loma en el novena inning, quería proteger la ventaja de un gol para asegurar el triunfo de los Penguins.

Y eso fue exactamente lo que hizo. Fleury detuvo los ocho disparos que enfrentó en el tercer período para ayudar a los Penguins a una victoria por 4-1.

CBJ@PIT: Fleury fue clave en el tercer periodo, en su último juego en la NHL

“No quería costarles el juego”, expresó el portero de 40 años mientras se secaba con una toalla. “No quería permitir seis goles y parecer un idiota. Termina bien. Estaba muy feliz de no haberme avergonzado demasiado”.

Para los momentos finales del encuentro, el coach de los Penguins, Dan Muse, envió al hielo a Sidney Crosby, Evgeni Malkin, Bryan Rust, Kris Letang y Erik Karlsson. Con un poco menos de 10 segundos por jugar, Letang dejó correr el reloj pasándose el disco con Fleury.

Cuando sonó el cornetazo final, Crosby, Letang y Malkin le dieron un último abrazo a su buen amigo en el área del portero ante el aplauso de la multitud.

“Hemos jugado muchos partidos y muchas temporadas juntos”, comentó Fleury, quien estaba abrumado por las emociones. “Ganamos juntos. Tuve la suerte de vivir esto una vez más y compartir este momento con ellos”.

En otra esquina del vestidor, Crosby también describió el acto final.

“Simplemente estábamos sonriendo, estábamos felices”, agregó el capitán de los Penguins. “Es una de esas cosas que no esperas tener la oportunidad de hacer. No siempre funciona de esa manera. Y que él siga jugando al nivel que lo hace y que acepte hacer esto... Sabes, no todos aceptarían hacer esto y creo que fue él quien quería el shootout. Quería los breakaways. Eso es lo que pasa con él, nunca hay demasiados disparos. Nunca es suficiente y esa pasión siempre ha estado ahí”.

Fleury, quien había anunciado que la temporada pasada, con el Minnesota Wild, sería su última en la NHL, firmó un contrato de prueba profesional el 12 de septiembre para poder jugar el partido de pretemporada y aprovechó cada momento de su última vuelta en Pittsburgh.

“Puede que mañana me despierte adolorido, pero valió la pena”, aseguró.

Los Penguins y los Blue Jackets acordaron antes del partido participar en un shootout independientemente del resultado final. Fleury detuvo a Yegor Chinakhov y Cole Sillinger, pero fue engañado por una buena jugada de Luca Del Bel Belluz.

En el otro extremo del hielo, Elvis Merzlikins detuvo los intentos de Letang, Crosby y Malkin.

Después de este shootout que no resolvió nada, Fleury se quitó la máscara e hizo una corta vuelta en el hielo para saludar a sus fans una última vez.

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“Me sentí un poco mal, siento que es la cuarta vez que les digo adiós y gracias”, dijo Fleury, sonriendo. “No podía rechazar la invitación de venir y jugar con ellos una vez más. E incluso practicar con ellos. Había ambiente incluso durante el calentamiento. Durante el juego detuve un despeje y los fans me aclamaban. Yo estaba como, ‘Wow’. No hice nada espectacular. Mantuve las cosas simples”.

Como en los años de gloria de los Penguins, Crosby y Fleury compartieron el protagonismo en esta victoria. Crosby lideró la ofensiva con un gol y dos asistencias en su primer juego de pretemporada.

“Queríamos ganar por él”, indicó Crosby. “Íbamos perdiendo 1-0 y fue bueno poder abrir el marcador. Es un poco raro cuando estás jugando tu último partido, piensas, contra él. Quieres marcar, pero también quieres disfrutar de la noche. Así que es una sensación un poco diferente a tenerlo del mismo lado y poder compartir todos esos pequeños momentos. Y obviamente fue bueno anotar”.

“Se sintió como un juego de playoffs”, añadió el central de 38 años. “Y luego, solo regresar, todos los que hemos experimentado ser parte de esto aquí con lo que él ha hecho a lo largo de los años, es muy genial”.

En el vestidor después, Crosby hizo felices a los tres hijos de Fleury (Scarlett, Estelle y James) al firmar el jersey Nro. 29 de su padre que cada uno llevaba para el juego.

Dos horas antes del partido, unos 100 aficionados ya esperaban a que se abrieran las puertas del PPG Paints Arena en Washington Place. Esa ya era una señal de una noche especial, lejos del ambiente de un juego de pretemporada regular.

Era el regreso de un hijo pródigo de Pittsburgh, que disputó sus primeras 13 temporadas en la NHL con los Penguins después de que lo seleccionaran como Nro. 1 en el Draft de la NHL del 2003. Jóvenes y mayores, llevaban sus jerseys Nro. 29. El nombre de Fleury se mezclaba perfectamente con los de Crosby, Letang, Malkin y otros miembros actuales del equipo.

La ola de amor por Fleury creció durante los calentamientos.

“Te amo Fleury”, decía un cartel escrito en francés.

“Así que el retiro era solo una broma”, se mostraba en otro en una esquina detrás de la red de los Penguins.

Y detrás del banquillo de Pittsburgh, otro mensaje que encajaba con el momento: “Fleury, haces sonreír a Pittsburgh”.

Fleury, quien invitó a Sergei Murashov a enfrentar los primeros disparos porque era el portero titular, estuvo a la altura de su reputación durante los calentamientos. A pesar de un verano sin un régimen de gimnasio, demostró que todavía tenía una gran flexibilidad al realizar varias salvadas espectaculares. Cuando no estaba frente a la red, el joven retirado lanzó varios discos a las gradas para el deleite de los aficionados.

Después de terminar su último calentamiento en una pista de la NHL, Fleury caminó por el pasillo que lleva al vestuario de los Penguins antes de darse la vuelta. Regresó al hielo acompañado por Crosby, Malkin y Letang. El cuarteto, que ayudó a los Penguins a tres campeonatos de la Stanley Cup (2009, 2016, 2017), conmemoró el momento con algunas fotos antes del partido.

Un partido que no olvidarán, especialmente porque terminó con una victoria.

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