Pero no fue el mismo caso de los veteranos, visiblemente ausentes en la producción ofensiva a lo largo de esta serie, pero no es que solamente fueran neutralizados por una especie de esquema defensivo o de un trabajo especial para limitarlos. Las lesiones, acumuladas a lo largo de los playoffs, los mermaron.
"Shea (Weber) estuvo lesionado del pulgar, (Jeff) Petry de los dedos, (Tyler) Toffoli tuvo una lesión en la ingle, Gallagher lo mismo y otras cosas" reveló Dominique Ducharme, entrenador principal de Montreal. "No sé si me estoy olvidando de otras cosas, pero muchos de mis jugadores estuvieron golpeados. Sangraron y pelearon, y lo hicieron con dignidad".
De los mencionados por Ducharme, se extrae una colaboración conjunta de apenas cuatro puntos por parte de esos jugadores veteranos, quienes de haber estado en plenitud de condiciones, aunque es un pensamiento demasiado optimista para quienes disputan una Final, la aportación pudo haber sido superior.
4.- Meterse muy tarde a la serie
Es verdad que no hay manera, cuantitativa, de medir cuán bien o mal juega un club, salvo pero si gana o pierde un juego, pero las sensaciones son ese innegable termómetro que permite palpar el pulso de un equipo.
Dicho esto, Montreal mostró una cara durante los tres primeros juegos de la Final de la Stanley Cup, etapa en la que se vio arrasado por Tampa Bay en un balance de 14-5 en lo que a goles anotados y recibidos se refiere, quedando de manifiesto el poderío y el desequilibrio entre ambos equipos.