La marca de los Gulls es una de mucha tradición en el área de San Diego. El equipo actual es la quinta iteración de esta franquicia.
“El nombre y la marca de los Gulls comenzaron en 1966. Aún jugamos en la misma arena donde se disputó el primer partido de los Gulls en 1966. Ha habido varias ligas y diferentes versiones del logo, pero el nombre y la marca de los Gulls se han mantenido constantes”, explicó Savant.
“En 2015, la AHL expandió su presencia hacia el oeste con siete equipos uniéndose a la recién formada División del Pacífico, y los Gulls fueron uno de ellos. Este es el nivel más alto de hockey que se ha jugado en la ciudad de San Diego, y estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado”, agregó el directivo. “Nuestra base de aficionados ha crecido y se ha mantenido fiel a lo largo de los años, en las buenas y en las malas. Siempre buscamos ser creativos, entendemos a nuestra audiencia y quiénes somos. Y parte de eso es la comunidad mexicana”.
El concepto para la Noche de la Herencia Mexicana de los Gulls nació hace tres temporadas. El equipo ofreció un paquete de boletos y regaló una gorra conmemorativa con los colores mexicanos. Esta promoción terminó siendo todo un éxito.
“La recepción fue abrumadoramente positiva. Los paquetes se agotaron casi de inmediato. Todo lo que hicimos para esa noche, todo nuestro entretenimiento, fue cuidadosamente planeado para asegurarnos de que estábamos representando la cultura de la manera correcta”, indicó el mánager de relaciones comunitarias de los Gulls, César Pérez. “Siendo mexicano, me involucré en muchas de esas oportunidades de marketing para garantizar que lo hiciéramos de la manera adecuada”.
“Nos asociamos con algunas organizaciones como House of Mexico, una organización sin fines de lucro local que busca educar a la comunidad sobre la cultura mexicana, así como con el consulado mexicano local”, agrega.
Para la temporada pasada de 2023-24, la celebración se oficializó.
“Hicimos de esto una noche promocional completa en la que cambiamos nuestro logo. Pasamos del logo típico de los Gulls a una edición especial”, contó Pérez. “Usamos los colores de México: verde, rojo y blanco. Además, usamos camisetas de edición especial. Todo el ambiente que ofrecimos dentro de la arena fue acorde con la temática de la noche. Tocamos música mexicana y latina”.
De acuerdo con Savant, el festejo fue la segunda noche con mayores ingresos de toda la temporada para el equipo. Pero lo más importante para él fue la presentación del evento.
“Queremos asegurarnos de que estamos siendo respetuosos y genuinos con la cultura, y no es solo algo que queremos hacer para marcar una casilla”, comentó. “Es algo que realmente forma parte de nuestra comunidad, y queremos ser respetuosos con ello”.
Pero los Gulls no solo se enfocan en una sola noche para atraer al aficionado de la región fronteriza con Tijuana, México. Es un esfuerzo total durante todo el año.
“A través de una de nuestras asociaciones comunitarias, pudimos asegurar algo de promoción en el canal local en español de Univisión”, mencionó Pérez. “Ellos están muy enfocados en el hockey y en tratar de hacer que nuestra comunidad venga y disfrute un poco de hockey. Es un deporte que usualmente no está en la cima en nuestras preferencias deportivas. También hemos hecho mucha promoción con estaciones de radio en español”.
Los Gulls también están metidos dentro de la comunidad hispana promoviendo el hockey y al equipo con un enfoque orgánico.
“Estamos presentes en la comunidad, enseñando a algunos niños más jóvenes sobre el deporte del hockey. Lo hacemos a través de nuestras clínicas de hockey sobre patines”, explica Pérez. “Hemos realizado algunas justo al lado de la frontera, con la YMCA. Organizamos clínicas para niños de entre 6 y 12 años. Y hacemos mucha de nuestra promoción de esta manera”.
Pérez cree que el hockey tiene mucho potencial de crecimiento entre la comunidad hispana.
“Quizá no estemos tan expuestos al hockey culturalmente, como con el futbol, el boxeo y el beisbol, pero definitivamente es un deporte que está aquí para todos”, remató.
