Ambos resultados fueron bastante sufridos para los Penguins.
El domingo tuvieron que venir de atrás dos veces para terminar ganando 4-3 por la vía de los shootouts(tiros de desempate). Y rumbo al segundo triunfo, jamás estuvieron arriba en el marcador y borraron un déficit de dos goles para forzar la prórroga.
Debido a la gran capacidad de reacción que demostraron contra Washington, Pittsburgh se convirtió en el sexto equipo en los últimos 30 años que se ha recuperado tras varios déficits para ganar juegos consecutivos contra el mismo rival. En 2019-20, se encontraron del otro lado de esta hazaña al caer frente a los New York Islanders.
Para el entrenador en jefe de los Penguins Mike Sullivan, la última victoria fue la que más lo impresionó.
"Este podría ser un resultado que recordemos y digamos, 'ese fue un juego bastante loco'", contó Sullivan. "Ciertamente no se veía tan bien, pero encontramos la manera. Eso tiene que ser un elemento importante de la identidad de nuestro equipo. Nos aseguramos de arañar, triturar, aguantar y luchar hasta el final, hasta que suene la última chicharra. Si lo hacemos, nos damos una oportunidad, y eso es lo que hicimos esta noche".
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Repunte especial
Tras el primer período parecía que los Penguins iban a tener una larga noche.
Los Capitals los habían superado 11 a 5 en tiros y entraron al descanso con un marcador adverso de 1-3.
"Obviamente, no fue bueno", expresó Sullivan hablando del comienzo de partido que tuvo su club. "Nuestros jugadores lo sabían. Les dije entre períodos que teníamos que demonstrar que teníamos la voluntad para ganar. Teníamos que ser un equipo con hambre".
La clave del despertar de Pittsburgh fue el excelso desempeño de sus equipos especiales.
En un Power Play de 5 vs. 3, al 5:45 del segundo período, Jake Guentzel hizo su primer tanto de la campaña empujando el disco para acortar las cosas 3-2. Pero al 8:16, los Capitals volverían a incrementar su ventaja a dos con un gol de Evgeny Kuznetsov.