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A pesar de culminar como el cuarto lugar de la MassMutual División Este (32-17-7, 71 puntos) los New York Islanders se las arreglaron para tener una larga postemporada, llegando de manera consecutiva a la ronda de los cuatro últimos sobrevivientes.

Sin dejar de lado los valiosos y heroicos triunfos en las series de Primera y Segunda rondas, ante los Pittsburgh Penguins y los Boston Bruins, en las que llegaron no precisamente siendo los favorecidos, de nueva cuenta el Tampa Bay Lightning se volvió a convertir en el tope de los neoyorquinos.
Entre la incapacidad para contener a la portentosa ofensiva de los campeones defensores y la inoportuna sequía ofensiva que atravesó el equipo a lo largo de toda la serie, se hallan algunos de los principales motivos por los que los Islanders volvieron a quedarse en la orilla.
Los goles que nunca llegaron
Tanto en las series ante los Penguins como contra los Bruins, los Islanders no tuvieron demasiados problemas a la ofensiva, anotando en varias ocasiones cuatro o más goles, pero en la confrontación ante el Lightning, el patrón fue distinto.
Los Islanders no solo no rebasaron la cifra de los tres goles a lo largo de la serie, sino que cada uno de los tres partidos que ganaron apenas lo hicieron por la misma diferencia, pasando severos problemas en el ataque.

Gourde abre el marcador en desventaja numérica

"Ellos hicieron realmente un buen trabajo", admitió el entrenador principal de los neoyorquinos, Barry Trotz. "Pienso que intentamos unos 50 tiros esta noche, o algo así, y ellos nos bloquearon 21. Nuestros muchachos estaban preparando sus disparos y ellos lo impedían. Estaban comprometidos. Son un buen equipo defensivo".
Para reforzar este argumento, en los últimos tres encuentros de la serie, los Islanders apenas fueron capaces de anotar tres goles, y todos ellos en el Juego 6, el cual ganaron 3-2 en tiempo extra. En los otros dos fueron blanqueados, 8-0 en el quinto encuentro y 1-0 en el decisivo.
El Juego 7 acabó siendo un microcosmos de la serie en el rubro de tiros a gol. New York acabó con solamente 18 remates a portería, registrando cinco, seis y siete, consecutivamente, a lo largo del cotejo, pero ninguno sacudió la red custodiada por el portero Andrei Vasilevskiy.
Desempeño pobre en el Power Play
Con un aprovechamiento del 18.8 por ciento en ventaja numérica durante la temporada regular, los Islanders fueron en décimo mejor equipo de la liga con el hombre extra en la pista.
Y a pesar de que ese valor creció durante los playoffs, mostrando un incremento al 20.4 por ciento de efectividad, anotando 10 goles en 49 oportunidades de power play, esa cifra es un espejismo.
Durante la serie contra Tampa Bay, los Islanders se fueron 1 de 17 en conversiones en ventaja numérica y en el Juego 7, para acentuar las calamidades de los neoyorquinos, el único gol se genera cuando tienen un hombre adicional en el hielo, pero es anotado por el Lightning (shorthanded), un tanto muy pesado, pues fue el de la diferencia.

TBL path to Cup final

Como dato curioso, aunque no deja de ser duro y lapidario, en la campaña regular los Islanders nunca permitieron un gol en desventaja numérica, por lo que el primero que concedieron no pudo llegar en peor momento.
"Es decepcionante", comentó el coach Trotz. "Era una oportunidad para que nosotros hiciéramos algo en contra de ellos. Solo un poco de conciencia. (Yanni) Gourde salió de la banca muy rápido e hizo una jugada. No pusimos demasiada atención a nuestra retaguardia".
Falta de experiencia y resolución
Aunque este es un factor que no puede medirse cuantitativamente, las sensaciones que generaron los Islanders cuando Tampa Bay pisaba el acelerador eran de pavor, de incomodidad, y aunque la estructura del equipo de Long Island es de corte defensivo, es decir, hecho para tolerar la metralla rival, el Lightning fue de un calibre superior.

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Un equipo armado hasta los dientes, en el que la ofensiva, la defensiva, los equipos especiales y el portero tienen pocas deficiencias, es duro de vencer, de incomodar. A pesar de eso, los Islanders tuvieron destellos alentadores, pero fue solo eso.
A pesar de los yerros en los equipos especiales, particularmente en el power play, el entrenador Trotz piensa que es parte de un proceso de crecimiento y maduración que ve reflejado en el caso de Tampa.
"Estamos en el camino correcto", dijo. "Como mencioné el año pasado, y algo que no le dije a los chicos este año, pero que creo que entienden, es que tenemos que seguir insistiendo. No ha sido distinto para Tampa Bay. Ellos han sufrido descorazonadoras derrotas antes de poder ganar la Copa y ahora se perfilan a ganar dos".
Si los Islanders habrán de escribir nuevas páginas doradas tendrán que hacerlo en la inauguración de su nueva casa, la UBS Arena, que coloquialmente llamarán El Granero, un recinto que habrá de estrenarse para el arranque de la campaña 2021-22 en el área de Belmont Park, en la zona oriental de la Urbe de Hierro.