Porteros al microscopio
Hablando de las sendas actuaciones tanto de Korpisalo como de Stalock cabe decir que hasta el momento han sido de los porteros también más respaldados por sus defensas, pues detuvieron 28 y 29 disparos respectivamente, de las cuotas más bajas de metralla.
Desde luego, nada qué ver con las cifras que encararon tanto Cam Talbot (Calgary Flames) y Petr Mrazek (Carolina Hurricanes), quienes gracias a sus defensivas únicamente debieron enfrentarse a 18 y 26 tiros de sus rivales, en este caso tanto los Winnipeg Jets como los New York Rangers. Es una obviedad decir que ambos guardametas ganaron.
La otra cara de la moneda fueron los atribulados Darcy Kuemper, de los Arizona Coyotes, y Carey Price, de los Montreal Canadiens. A pesar de que ambos porteros se agenciaron la victoria de sus respectivos equipos, esta tuvo que venir con sangre, sudor y lágrimas.
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No es que deseemos quitarle mérito a las actuaciones tanto de Korpisalo como de Stalock, sería injusto, pues son blanqueadas de Postemporada, sin embargo, Kuemper tuvo que detener 43 disparos, en tanto que Price se las tuvo que arreglar con 41 tiros en contra.
Por su parte, Carter Hart con 34 atajadas para ayudar a los Philadelphia Flyers a doblegar 4-1 a los Boston Bruins, se convirtió en el guardameta más joven en la historia de los Flyers (21 años con 355 días) en ganar un partido de la postemporada. Le arrebató el récord a Pete Peeters (22 años y 235 días), quien en el Juego 1 de la Ronda Preliminar de 1980 fue protagonista, en el triunfo contra los Edmonton Oilers.
Los equipos con mayores preocupaciones
Dos casos representativos acerca de la problemática entre los tubos son los que atraviesan los Nashville Predators y Edmonton Oilers con relación a la fragilidad en la portería, y añadimos la mala coyuntura de los Boston Bruins. Vayamos por partes.
La temporada de los Predators iba destinada a encallar, pero un cambio en la portería oxigenó al equipo cuando decidió dar más tiempo en la banca al veterano Pekka Rinne para darle espacio en el hielo a Juuse Saros, a quien se le atribuye convertirse en uno de los factores de la resurrección en Nashville que tiene al equipo en estas instancias.
Pero en el partido ante los Coyotes el domingo tuvo que encarar 37 disparos, permitiendo cuatro goles, uno de ellos en ventaja numérica propia (Shorthanded Goal) y no es que particularmente Arizona sea un equipo top en lo que a ofensiva se refiere, lo cual debe preocupar a los Predators, pero sobre todo ocuparlos en ajustar.