Los Islanders sacaron la garra para forzar el decisivo Juego 7

Los residentes de la ciudad de Long Island, durmieron tranquilos, sabiendo que su equipo sigue con vida y se jugará el viernes su primer pase a la Final de la Stanley Cup desde 1984.

Pero no sin antes una actuación heroica de los Islanders, que lograron remontar en un momento en el que el Lightning se veía grande. Nueva York lo evitó, forzó el tiempo extra y allí lo definió. Habrá Juego 7.
"Adoro a este grupo, la personalidad que tienen y también a este edificio, por lo que representa para los jugadores", dijo el entrenador de los Islanders Barry Trotz. "Pero más que nada, nuestros aficionados".
Pese a haber salido con el impulso necesario para crear oportunidades desde el inicio del Juego 6, los Islanders no lograron descifrar a Andrei Vasilevskiy. Tampa sí lo hizo, gracias a un gol de Brayden Point, quien extendió su racha a nueve juegos seguidos con al menos un gol. Así se fueron al primer intermedio, con el Lightning arriba 1-0.

Pero Nueva York tuvo una oportunidad dorada de igualar el marcador en el segundo tramo, con una ventaja numérica de 5-contra-3 ante Tampa Bay, a un minuto de haber iniciado el período. Pero no pudieron convertir.
Al final, ese no es el fuerte de los neoyorquinos. En la postemporada, apenas cuentan con un 20.8% de efectividad en Power Plays.
Pero luego vino el tanto de Anthony Cirelli, para poner arriba 2-0 a Tampa Bay. Los actuales campeones comenzaban a sentir su regreso a la Final de la Stanley Cup por segundo año consecutivo.

A ese punto, luego de la derrota de 8-0 en el Juego 5, los Islanders habían sido derrotados por un parcial combinado de 12-0 en los últimos seis períodos de la serie. La remontada lucía improbable.
"Hay mucho carácter en este equipo", dijo Anthony Beauvillier. "Nadie se estaba rindiendo".
Poco menos de dos minutos después, Nueva York respiró. El gol de Jordan Eberle le dio una bocanada de oxígeno a los Islanders, que se jugaban la vida frente ante 12,978 aficionados en el Nassau Coliseum.
"Pese a estar abajo 2-0, nos había gustado nuestro estilo de juego por la mayor parte del partido. Tanto en el primer como en el segundo tramo", dijo Eberle. "Pero no habíamos dado [con el gol]. Finalmente conseguimos uno".
"Lo necesitábamos", dijo Troz. "Por la manera en la que estábamos jugando, tenía la confianza de que todo saldría bien. Se pusieron 2-0. Luego el juego tambaleó un poco. Si se ponían 3-0 sería complicado. Pero ese fue un gran gol para nosotros".

Si la historia reciente sirve de algo, entonces está claro que los juegos cerrados son territorio de los Islanders. Las tres victorias de Nueva York en esta serie han sido por la mínima. Los Islanders han demostrado la capacidad de salir airosos con los marcadores disputados. Así fue el Juego 6, especialmente después del gol de Eberle.
Un factor importante en mantener el partido al alcance se encontró en la arquería, con Semyon Varlamov atajando 22 de los 24 disparos en la noche de Tampa Bay, incluyendo un perfecto de 5-5 en Power Plays -- situación en la que el Lightning luce un 37.7% de efectividad en la postemporada; sólo superado por Colorado, que se quedó fuera tras 10 juegos disputados.
"Comenzamos el tercer período abajo 2-1. Sabíamos que teníamos la oportunidad de ganar o empatar en el último tramo", comentó Varlamov. "Salimos con todo y tuvimos un gran tramo. Creamos muchas oportunidades y al final resultó".
Después de 11 disputados minutos, finalmente llegó el empate, a manos de Scott Mayfield. Pero aún quedaba mucho por disputar.

Otro momento clave llegó más adelante, cuando Matt Martin cometió una falta ante Pat Maroon. Uno de los equipos más efectivos en ventaja numérica se enfrentaría, con la Stanley Cup en la mente, a uno de los peores neutralizando estas ocasiones -- Nueva York sólo supera a St. Louis y a Florida, que quedaron eliminados en la primera ronda, con un 65.1% de neutralización en los playoffs.
Pero respondieron, dejaron en blanco a Tampa Bay. Habría tiempo extra.
Sin embargo, el escenario lucía demasiado familiar para los Islanders. Tuvieron que luchar con los fantasmas de hace un año, cuando en el mismo escenario, quedaron eliminados ante el Lightning en las Finales de Conferencia, en el Juego 6 y en tiempo adicional.
Pero se sacudieron rápido ese recuerdo. Beauvillier definió el partido a poco más de un minuto de comenzado el tiempo suplementario, dejando a los Islanders con más vida que nunca y con el impulso anímico de una remontada impresionante.

"Somos un grupo bien resiliente y teníamos mucho tiempo [para remontar]", mencionó Mathew Barzal. "Fuimos lo suficientemente afortunados como para anotar dos goles para empatar y obviamente ganarlo en tiempo extra".
Fue el quinto tanto de Beauvillier en la postemporada, pero el primero en los últimos 11 juegos.
"Honestamente, no recuerdo mucho", dijo Beauvillier sobre el tanto del triunfo. "Ellos regalaron el disco, creo. Yo salté de inmediatamente a buscarlo y a partir de ahí no recuerdo más. Sencillamente estoy feliz. Todo el mundo me saltó encima. Obviamente es una gran sensación y no podría estar más contento".
No es para menos. Los Islanders lo consiguieron. Pero el reto no se hace más fácil. Ahora tendrán que ir al Amalie Arena en búsqueda de eliminar a los actuales campeones en su propio patio. Nueva York está cerca, pero falta el paso más importante. La primera Final de la Stanley Cup desde 1984 está a la vista.