El Tampa Bay Lightning concluye su temporada 2021-22 de la NHL con la cara en alto, a pesar de perder en seis juegos la Final de la Stanley Cup a manos del nuevo monarca de la liga, el Colorado Avalanche.

La última vez que un equipo en la liga había ganado tres o más títulos consecutivos fue en 1983, cuando los New York Islanders conquistaron su cuarta Stanley Cup en fila. Desde entonces ningún equipo ha logrado lo que esta campaña estuvo tan cerca de emular el Lightning, defendiendo un bicampeonato en la mismísima Final.
Sin embargo, enfrente había una especie de rival para Tampa Bay con el que no se había medido previamente, sin desdoro de las grandes temporadas en 2019-20 que tuvieron los Dallas Stars y en 2020-21 los Montreal Canadiens, los rivales en turno en las finales pasadas.
El Colorado Avalanche fue el primer sembrado número uno con el que Tampa Bay se enfrentaba en una Final de la Stanley Cup en su historia, además, siendo un equipo con el corazón curtido y el orgullo herido, debido a tres dolorosas derrotas seguidas en la Segunda Ronda del playoff, un cerco que por fin quebraron en 2021-22 y no pararon hasta destronar al campeón.

COL@TBL, J6: Stamkos anota el 1-0

Pero ese fue solo el último de los obstáculos con los que tuvo que lidiar el equipo bicampeón, pues el camino a su tercera final de forma consecutiva estuvo repleto de duros retos, como los Toronto Maple Leafs, los Florida Panthers y los New York Rangers con sus respectivas y talentosas figuras.
"En la Primera Ronda nos enfrentamos ante uno de los mejores jugadores de la liga Auston Matthews], en la Segunda a los ganadores del Presidents' Trophy [Florida Panthers] y en la Tercera al ganador del Trofeo Vezina [Igor Shesterkin]", recapituló el capitán del Lightning al término del sexto juego.
"En esta ronda, en la Final, nos enfrentamos al ganador del Trofeo Norris [Cale Makar] y al ganador del Conn Smythe, de manera que fue un camino arduo y eso hace más difícil porque te das cuenta de cuán duro es ganar cada ronda", añadió Stamkos.
Para el entrenador del equipo, Jon Cooper, este grupo que dirigió en la campaña 2021-22 siempre guardará un lugar muy especial en su corazón, por las vicisitudes, la unión, todo aquello que los fortaleció cuando bien pudo haberlos destrozado, sin dejar de lado el amargo sabor de la derrota que, conforme pasen los días, se irá mitigando.
"Este momento es duro porque está tan fresco, los sentimientos están a flor de piel", dijo Cooper. "Siempre me acuerdo de los equipos con los que he ganado, pero siempre me acordaré de este equipo por todas las cosas por las que tuvo que pasar para llegar a este punto. Es de maravillarse".
Agrega Cooper: "Este es un equipo diferente por haber tenido la espalda contra la pared, por los rivales que enfrentó, Toronto, Florida, Nueva York, equipos llenos de estrellas y hallamos la manera de ganar, pero en esta ronda nos quedamos cortos".
La misión del tricampeonato parecía encallar pronto para Tampa Bay cuando estuvo abajo 3-2 ante Toronto en la ronda inicial; misma sensación se produjo en la Final del Este, cuando los Rangers tuvieron ventaja de 2-0. Eso es lo que genera orgullo puertas adentro para los integrantes del club que llegó a la NHL en 1992 como equipo de expansión.
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"Estoy muy orgulloso de este equipo. Es muy loable todo lo que hemos logrado, desde luego que quedarnos cortos es muy difícil de superar, pero los chicos en ese vestidor son unos guerreros con quienes peleamos durante estos playoffs", comentó Victor Hedman, defensor del Lightning y ganador del Conn Smythe Trophy en 2020.
"Quizá mucha gente nos daba por muertos en la Primera Ronda, estando abajo 3-2 (ante Toronto) y luego en la Final del Este abajo 2-0 (contra los NY Rangers), por eso estoy orgulloso del grupo, porque salió a darlo todo en cada noche", expresó el defensa sueco.
Para Cooper fue la segunda Final de la Stanley Cup en la que se va con las manos vacías, considerando la de 2015, cuando Tampa Bay cayó en seis juegos ante los Chicago Blackhawks, pero para la gran mayoría de sus jugadores, el amargo sabor de una derrota en la serie por el título fue algo inédito.
A pesar de las obvias sensaciones que genera quedarse tan cerca de ganar un campeonato y en el caso del Lightning construir una dinastía de época con una tercera corona seguida, el consenso hacia el interior parece ser de paz y de conciencias tranquilas en el vestidor.
"Es muy duro quedarse así de cerca de ganar tres seguidos. Esta liga es muy difícil. Ellos son un equipo muy bueno, ganaron los cuatro últimos juegos en los playoffs y se merecen ser campeones. Al mismo tiempo, sentimos que estuvimos cerca en dos o tres juegos que perdimos, pero al final del día, así son las cosas", mencionó Hedman.
En el caso de Corey Perry, delantero de Tampa Bay, las cosa fueron más duras aún. El veterano, ganador de la Stanley Cup en 2007 con los Anaheim Ducks, se convierte en el primer jugador en la historia de la NHL en perder tres finales seguidas con equipos diferentes: Dallas y Montreal [ante Tampa Bay], y ahora con el Lightning.
"Estos tres últimos años han sido increíbles, definitivamente las cosas no salieron para los muchachos que no estuvieron aquí ni la primera ni la segunda vez o para quienes es su cuarta final", dijo Stamkos haciendo una franca alusión a Perry.
"Es una sensación terrible, pero hay que dar un paso atrás y darse cuenta lo duro que es llegar aquí, hay que estar orgullosos de la manera en que peleamos, obviamente nos enfrentamos a un gran equipo, los felicito, se lo merecen, son grandes campeones. Es difícil, me duele por los chicos, por lo que nos esmeramos por llegar aquí, pero solo un equipo prevaleció".