Con todos los aficionados presentes en el Amalie Arena de pie, el entrenador de Nueva York, Gerard Gallant, retiró a su portero Shesterkin en el minuto final del tiempo reglamentario y en una intensa batalla, la defensa de Tampa Bay volvió a crecerse con tres remates bloqueados para cerrarle la puerta a sus rivales y así, consolidar su boleto a la Final de la Stanley Cup con su cuarto triunfo seguido en la serie.
Tras la derrota, la reacción en el equipo neoyorquino fue de resignación. "Ahora es muy difícil pensar en el año que tuvimos, necesitamos quizás un par de día para repasar las cosas, pero en este momento cuesta mucho pensar en eso". Admitió el defensa Jacob Trouba.
"No sé si pueda explicar lo que siento en este instante. Un poco de negación, porque ha sido un golpe duro. No quería que esto se acabara y si puedo decir algo, es que me siento vacío". Expresó Mika Zibanejad, cuyas palabras fueron de muy similares a las de Chris Kreider, quien en la Conferencia de Prensa, sólo se limitó a decir "Muy triste, obviamente".
Ahora todo está decidido para que el próximo 15 de junio, inicie el duelo por el campeonato del trofeo más grande de todos los deportes profesionales en América del Norte, cuando el Lightning viaje a Colorado para medirse a un Avalanche que regresa a esta instancia por primera vez desde 2001 y su misión, será detener el tercer título de forma consecutiva para Tampa Bay.
"En el mundo deportivo, lo más difícil de lograr es ganar un campeonato y éste equipo ha pasado por momentos muy duros, pero sabemos lo que se necesita para cumplir con ese objetivo. No obstante, nos vamos a enfrentar al mejor club de la liga como lo es el Colorado Avalanche, que defiende bien y cuenta con una ofensiva temible. Sin dudas será el reto más grande, pero al menos por esta noche, vamos a celebrar esta victoria, porque nos la merecemos". Concluyó el capitán del Lightning, Steven Stamkos.