Connor Hellebuyck de los Winnipeg Jets lideró a la NHL con seis blanqueadas, empató el récord de la franquicia de los Jets/Atlanta Thrashers que el mismo estableció en 2017-18. Fue segundo en cuanto a victorias (31) detrás de Vasilevskiy Por tercera vez en su carrera dentro de la NHL, ganó por lo menos 30 duelos.
Tuukka Rask de Boston tuvo el promedio más bajo de goles en contra por cotejo (2.12) y tuvo el segundo mejor porcentaje de salvadas (.929), detrás de Anton Khudobin de los Dallas Stars (.930) entre los arqueros que habían diputado por lo menos 23 partidos. Rask y Jaroslav Halak se combinaron para ganar el William M. Jennings Trophy, el premio al portero (o los porteros) cuyo equipo permitió la menor cantidad de goles.
Pekka Rinne de los Nashville Predators hizo historia dentro de la NHL el 9 de enero cuando anotó el gol número 13 que se le ha acreditado a un arquero en la temporada regular (han sucedido dos en los Playoffs de la Stanley Cup).
Rinne sacó un tiro ante una portería vacía contra los Blackhawks para marcar el primer gol de un portero de la NHL desde que Mike Smith de los Phoenix Coyotes lo hizo ante los Red Wings el 19 de octubre de 2013.
Festival de remontadas:Las ventajas se esfumaron varias veces en esta campaña.
Se registraron 457 juegos en los que un equipo que llegó a estar abajo en el marcador terminó triunfando. La cifra está empatada como la segunda más alta de la historia en una campaña tras 1,082 cotejos (474 en 2005-06 y 457 en 2018-19). Los Capitals y los St. Louis Blues compartieron el liderato de la Liga con 21 remontadas.
De esas 457 volteretas, 125 se dieron después de que un equipo estuvo abajo por varios goles, es el mayor número en la historia de la NHL tras 1,082 partidos. Hubo 43 juegos que fueron ganados por equipos que estaban abajo por varios goles en el tercer período, es la segunda cifra más alta en la historia tras 1,082 duelos (45 en 2009-10). En el 21.5 por ciento de todos los cotejos (233 de 1,082), un equipo por lo menos llegó a empatar el marcador tras ir abajo por más de un gol.
Hubo cinco partidos en los cuales un equipo se llevó la victoria tras ir perdiendo por un déficit de por lo menos cuatro goles. Está empatada como la mejor cifra de una temporada; emparejó el récord que se estableció en 1983-84 y que se empató en 1985-86.
Los duelos cerrados también fueron la norma, pues un 70.4 por ciento (762 de 1,082) fueron decididos por un gol.
Fuente de la juventud: Los jugadores jóvenes volvieron a sobresalir.
10 de los 17 jugadores que marcaron por lo menos 30 goles tenían 24 años o menos, y los mejores tres de la carrera de puntos (Draisaitl, 24; McDavid y Pastrnak, de 23 cada uno) tenían menos de 25. Fue la quinta vez en la historia de la NHL que esto sucede, pero es la primera ocasión desde 2009-10 (también ocurrió en 1983-84, 1984-85, 1994-95).