Ya bajo supervisión cercana, el pequeño Guillermo tuvo sus primeros momentos de libertad en el hielo, fueron veinte minutos en los que su confianza aumento súbitamente. Esos titubeos de novato contrastados con las sensaciones iniciales de independencia, le dieron a Díaz una experiencia de vida que ha cargado en su carrera como jugador y entrenador.
"Es algo que les comparto a los niños cuando tienen miedo", recordó Díaz. "Todos aprendemos a gatear y a correr saliendo de nuestra zona de confort. Sientes miedo pero es una gran sensación cuando te deslizas y vas avanzando".
Mientras Guillermo continuaba su aprendizaje en la pista, el hockey llamó su atención al empezar a ver partidos en televisión por cable. Además, un videojuego de hockey le ayudó a familiarizarse con todo lo relevante al deporte, aprendiendo las reglas, equipos de NHL y jugadores destacados.
Poco después, Díaz pidió que le compraran su stick (bastón) en un viaje familiar a Dallas, naciendo así una nueva etapa de su vida que continuaría hasta la actualidad. Patinar con equipamiento no le fue fácil al principio, pero su esfuerzo y entusiasmo por el deporte le ayudaron a salir adelante.
"Desde pequeño me ponía retos y si me gustaba algo, no descansaba hasta conseguirlo", recordó emocionado Guillermo. "Llegaba a la casa y lo primero que quería hacer era tirar hacia una portería".
Díaz fue mejorando su nivel y se formó en diferentes niveles, hasta llegar a la Liga Elite de México, en la que fue seleccionado como delantero en un Draft por los Mayan Astronomers. Al mismo tiempo empezó a ganarse un lugar en la Selección Nacional hasta cumplir con participaciones en mundiales y Juegos Panamericanos.
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Su memoria más destacada se remonta al Torneo Preolímpico de 2015 en Tallin, Estonia, donde compitieron al tú por tú con el equipo local y quedaron en segundo lugar del grupo, venciendo a las selecciones de Bulgaria e Israel.
"Lo recuerdo perfectamente, contra Bulgaria metí dos goles en el tercer periodo", mencionó Díaz. "El gol es una sensación como un premio a todo lo que has logrado y por lo que has trabajado tanto".
La faceta del entrenador
Ya con un trecho recorrido como jugador de hockey a nivel juvenil, Guillermo sentía la inquietud de compartir sus conocimientos con los niños de la pista de Lomas Verdes, comenzando como entrenador asistente a los 18 años de edad.
"Empecé con niños pequeños quienes apenas podían patinar y hasta se 'comían' el hielo", recordó Díaz con humor. "Es lindo aprender con ellos porque no sabes como van a reaccionar".
Al adquirir el gusto por una nueva faceta, logró certificarse como entrenador con la Federación Mexicana de Hockey y viajó a Finlandia para tomar el curso "Learn to Play" (Aprende a jugar) de la IIHF (Federación Internacional de Hockey sobre Hielo). Durante este último, pudo convivir con entrenadores de varios países e incluso con niños a los que había que compartirles las técnicas en tiempo real, superando las barreras del idioma.
Pero la vasta experiencia adquirida como jugador y entrenador no han sido suficientes para Guillermo, quien ya está en proceso de conseguir el reconocido certificado de coach con USA Hockey.