Mikko Rantanen, Nathan MacKinnon, Gabriel Landeskog, Erik Johnson y J.T. Compher estuvieron juntos aquel año, comenzando a sentar las bases de un grupo especial que terminaría alzando la Stanley Cup mucho antes de lo imaginado en ese momento.
"Un trabajo en equipo, realmente. Trabajamos muy, muy duro. Tenemos mucho talento, pero se requiere más de eso para ganar un campeonato", señaló Mikko Rantanen sobre el conjunto de los últimos años, incluyendo a Landeskog y MacKinnon, y el resto con quien compartió los momentos más difíciles. "Nuestro primer año juntos ganamos apenas 22 juegos. Es difícil de creer que ahora estamos aquí".
De hecho, el haberlo logrado de esa manera también les garantiza otro puesto adicional en los libros de récord, siendo apenas la quinta vez desde la era de la expansión (1967-1968) que un conjunto gana el campeonato dentro de un período de cinco años después de haber terminado en el último lugar.
"[Sakic] hizo un gran trabajo sumando algunas piezas que nos hicieron ser un equipo bien, pero bien complicado de enfrentar", señaló Landeskog. "Miras a [Andrew Cogliano] o a [Darren Helm, Nico Sturm y Josh Manson]. Ellos querían ganar y estaban dispuestos a dar lo que sea para conseguirlo".
En lo individual, los pilares del Avalanche estuvieron a la altura durante todo el año, desde el Día Inaugural hasta el levantamiento de la Copa. Sin embargo, el nivel que mostraron en la postemporada fue la clave para finalmente haber cumplido el objetivo final.
Mikko Rantanen (5-20-25), Nathan MacKinnon (13-11-24) y Gabriel Landeskog (11-11-22) se combinaron para 29 goles, 42 asistencias y 71 puntos durante toda la postemporada.
Eso sin mencionar al ganador del Trofeo Conn Smythe, Cale Makar, quien a sus 23 años sumó ocho tantos, 21 pases y 29 unidades en los playoffs, convirtiéndose en el cuarto defensor en la historia de la NHL en sumar esa cantidad de unidades en la postemporada, uniéndose a Paul Coffey (1985; Oilers), Brian Leetch (1994; Rangers) y Al MacInnis (1989; Flames).
"Sólo miro a estos chicos y el trabajo que hacen", mencionó Makar sobre sus compañeros. "Han estado aquí durante mucho tiempo, incluso en los altibajos. Es increíble poder ser parte de esto y ver que son recompensados. Si me hubieses dicho que estaría aquí tras mis primeros tres años, probablemente no lo hubiese pensado. Pero Joe [Sakic] hizo un trabajo increíble armando este equipo".
Con un camino histórico, el Avalanche acabó con la dinastía del Lightning, en su propio hielo. Ahora, con tres Stanley Cups en su haber, Colorado puede disfrutar de los frutos del trabajo duro que superaron en los últimos años y comenzar a pensar en la posible formación de una nueva hegemonía en la NHL.