Cuando los Ducks decidieron invitar a Hernández y su staff a impartir la clínica, todo resultó como una oportunidad que no podía dejarse pasar.
"Fue una experiencia irreal ya que mi amor al hockey fue ver por primera vez la película de los Mighty Ducks," dijo Hernández. "(La película) no solo impacto en mi vida, si no en miles de otras personas, al tal punto que gracias a esa película comenzó la franquicia del equipo de NHL."
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Al contar con sus nuevos socios mexicanos, esta clínica en especifico fue pensada para instruirse totalmente en Español. Sin embargo, durante el desarrollo del curso, los instructores se dieron cuenta de que podían combinar ambos idiomas para adaptarse a la manera de comunicarse de una población Latina que ya empieza a ser mayoría en el Sur de California.
Ya entrando a la pista la mayoría de los niños estaban dando apenas sus primeros pasos en el hielo, aunque pudieron experimentar sus primeras lecciones de hockey. El equipo planea dar seguimiento al desarrollo de estos niños, al asignarlos primero a clases de patinaje para que eventualmente puedan integrarse de tiempo completo a este deporte.
Los niños saltaron al huelo totalmente equipados, incluyendo unas coloridas camisetas con el nombre de "Los Ducks" donde destacaban los colores negro y naranja del equipo. Artículos como el casco, patines y espinilleras, hacían lucir al grupo de aprendices como futuros jugadores de hockey en la pista de Westminster.