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La historia de la National Hockey League es una de las más sólidas de los principales deportes profesionales. Cada semana, NHL.com/es te lleva al interior de la fundación y evolución de la liga, con episodios puntuales. En esta entrega, la mirada se enfoca los defensas, aquellos guardianes de sobre la línea azul, dignos de ser recibir el crédito tanto por su éxito individual, así como por su contribución para llenar de gloria a sus respectivos conjuntos.

Una vez más, le invitamos a viajar en el tiempo, para traer de vuelta episodios memorables del hockey profesional, tomando como base la magia de los números ocho leyendas defensivas y para ello, el ejercicio nos lleva a ubicarlos dentro de una alineación de fantasía, pero con estadísticas más que reales.
Nuestra formación comienza con una pareja que, si bien nunca compartió la pista, por jugar en épocas distintas, hoy forman parte de listado.
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Primer par: Bobby Orr - Nicklas Lidstrom
Dos veces ganador de la Stanley Cup, Orr fue un pionero en lo que hoy en día es una tendencia en la NHL: Un defensa anotador. El legendario jugador de los Boston Bruins y Chicago Blackhawks, fue el primero en su posición en perfeccionar el juego de dos bandas, con un ataque de extremo a extremo sobre la pista, que revolucionó el juego durante la década de los años 1960 y 70.
Orr es el único defensa en registrar nueve Hat Tricks, siendo también el primero en marcar 30 goles en una temporada (1969-70) y luego 40 (1974-75). De igual manera, en la campaña de 1970-71, logró repartir 102 asistencias logrando una hazaña inédita para cualquier jugador en su posición.
Liderar la liga en puntos, no fue nada extraño para Orr, pues lo hizo dos veces, primero en la 1969-70 y luego en la '74-75. Fue ganador del trofeo Hart, entregado al Jugador Más Valioso de la NHL, durante tres campañas consecutivas y en el año en que conquistó su primer campeonato (1970), con un inolvidable gol frente a los St. Louis Blues, lanzándose sobre pista, Orr se convirtió en la única figura en la historia de la liga en ganar los trofeos Norris(mejor defensa), Art Ross(líder en puntos), Hart y Conn Smythe Trophy (MVP en los playoffs) en una sola temporada.
Seleccionado en el 2017 como uno de los 100 mejores jugadores de todos los tiempos, Orr es dueño del récord de más puntos en una temporada para un defensa (139; 1970-71), más asistencias (102; 1970-71), el mejor diferencial en una campaña (+/-) y ocupa el segundo lugar en la historia, en cuanto a goles marcados por un representante de la línea azul, con un total de 46.
Para acompañar a Orr en nuestra alineación, otro defensa que dominó la liga, por su capacidad para proteger y atacar al mismo tiempo, gracias al buen control del disco que lo llevó a ser exaltado al Salón de la Fama. Su nombre, es Nicklas Lidstrom.

lidstrom cup

A lo largo de 1,564 juegos en su carrera, todos con los Detroit Red Wings, el sueco anotó 264 goles (noveno de todos los tiempos entre los defensas) y 878 asistencias (sexto de todos los tiempos entre los jugadores de la línea azul) para un total de 1,142 puntos, además del cuarto mejor diferencial de cualquier defensor en la historia de la liga.
Lidstrom también marcó 132 anotaciones en Power Play, siendo la quinta cifra más alta para un defensa y sus 183 puntos en la postemporada, producto de 54 goles y 129 asistencias, lo ubican en el segundo puesto de la historia, dentro de los jugadores de su posición.
Por encima de los números, el juego de Lidstrom era un espectáculo, debido a una velocidad impresionante para patinar, así como su capacidad para esquivar rivales, la cual hacía casi imposible poderlo golpear. Aunado a ello, destacó la inteligencia del jugador, pues rara vez se encontraba fuera de posición y por todas estas cualidades, el portal Hockey News, lo calificó como el "mejor jugador europeo de la NHL".
El fuerte juego del defensa en el escenario internacional, ayudó a Suecia a ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2006 y otra medalla de oro en el mundial de 1991. Cariñosamente conocido como "Mr. Perfecto", Lidstrom es siete veces ganador del trofeo Norrisy en su momento, fue el primer capitán entrenado y nacido en Europa de un equipo campeón de la Stanley Cup (Detroit Red Wings; 2008), también ganó Conn Smythe Trophy (2001-02) y en 12 oportunidades, fue seleccionado al Juego de Estrellas.
Segundo par: Doug Harvey - Paul Coffey.
Cuando se habla de Doug Harvey, la historia lo ubica como uno de los artífices de la dinastía de los Montreal Canadiens en los años 50, ganando seis veces la Stanley Cup, cinco de ellas, de forma consecutiva. Asimismo, fue seleccionado 11 veces al Partido de las Estrellas y sus siete trofeos Norris, lo certifican como uno de los mejores defensas de todos los tiempos.
Aquellos que tuvieron la oportunidad de cubrir, consideraban que Harvey como un "mago" con el disco, rara vez se lo entregaba a los jugadores rivales y su manejo del bastón (stick) le permitió sumar una importante cantidad de robos de posesión, así como pases precisos, para convertirse en uno de los jugadores más peligrosos de todos los tiempos
De acuerdo al legendario entrenador Toe Blake, ganador de ocho copas como técnico de Montreal y quien también vio jugar a Bobby Orr, declaró en una oportunidad sobre Harvey diciendo: "En lo que a mí respecta, él es, por lejos, el mejor defensa de todos los tiempos".
Harvey fue el mariscal de campo de posiblemente, la mejor unidad de Power Play en la historia de la NHL, compuesta por Bert Olmstead, Maurice "Rocket" Richard, Jean Beliveau y Bernie "Boom-Boom" Geoffrion. Este grupo, solía anotar dos o incluso tres goles en situaciones de superioridad numérica durante los dos minutos de la penalidad y debido a eso, la NHL cambió la regla a lo que conocemos hoy en día: cuando el equipo con la ventaja de piezas sobre el hielo anota, el Power Play llega a su fin.

Doug Harvey

De una dinastía pasamos a otra, casi 30 años después y es que sin el impacto de Paul Coffey, es casi imposible pensar en el bicampeonato de los Edmonton Oilers en las campañas de 1983-84 y la '84-85.
Coffey, conocido como un excelente patinador e increíble dominador de discos, ocupa el segundo lugar de todos los tiempos en goles (396), asistencias (1.135) y puntos (1.531) para un defensa. Posee cinco de los mejores récords de anotaciones de una temporada por un jugador de su posición, todos ellos, en campañas de más de 100 unidades, incluidos 103 tantos en la 1989-90, 113 un año antes, 121 en la 1984-85, 126 durante la 1983-84 y otros 138 puntos en la 1985-86.
Precisamente en la campaña '85-86, Coffey registró 48 goles, siendo la cifra más alta en la historia de la NHL para un defensa, mientras que sus 90 asistencias en aquel torneo, le permitieron empatar con Bobby Orr, con la segunda cantidad más alta de todos los tiempos para un jugador de la línea azul. De igual forma, el ganador de tres títulos de la Stanley Cup, ostenta el récord de más tantos marcados en situaciones de inferioridad numérica (shorthanded) durante los playoffs con siete y es segundo, entre su posición, con más goles ganadores en esa instancia con nueve, sólo por detrás de Nicklas Lidstrom quien consiguió 11.
A pesar de lo grande que fue Coffey en la ronda regular, fue igualmente dominante en la postemporada, registrando la cifra más alta de puntos de todos los tiempos en unos mismos playoffs, cuando totalizó 37 unidades en 1985. Los 196 puntos de su carrera de Coffey en la postemporada (59 goles, 137 asistencias) lo ubican en el segundo puesto de la historia en ese renglón.
Larry Robinson - Ray Bourque
El juego de "Big Bird" Robinson fue un elemento crucial en la dinastía de los Montreal Canadiens en la década de 1970, en la que logró establecer un diferencial de +730, el mejor de todos los tiempos y en la campaña '76-77, dejó un +120, sólo superado por el +124 de Bobby Orr durante el torneo de 1970-71
Dentro de los defensores, Robinson ha sido el noveno más productivo de por vida en la NHL, gracias a 958 puntos (208 goles, 750 asistencias). Para el momento de su carrera, la contextura física de 6'4 pies de altura y 225 libras de peso, convirtieron al jugador en un "gigante" dentro del mundo del hockey. Como muchos de los grandes, Robinson podía hacerlo todo: patinar, pasar, anotar, golpear y pelear, y mostró un gran liderazgo que le ayudó a ganar seis Campeonatos de la Stanley Cup.
Robinson vio acción durante 20 temporadas, ganando dos veces el trofeo Norriscomo el mejor defensor de la liga (1976-77, 1979-80), apareció en diez Juegos de Estrellas y los playoffs de 1978 lideró a los Canadiens con 17 asistencias y 21 puntos, que le permitieron ganar el Conn Smythe Trophy, como el MVP de aquella postemporada.

robinson kings action 1

Más allá de que Robinson no haya sido el mejor de todos los tiempos en ninguna estadística, factores como la consistencia, durabilidad, longevidad, liderazgo y un gran coeficiente intelectual, hacen ganar un lugar en nuestro equipo y dentro de esta alineación está acompañado por el defensa más productivo de todos los tiempos: Ray Bourque.
En más de 100 años de historia, ningún defensor ha podido conseguir más puntos tanto en la ronda regular, como en la postemporada, que el legendario Bourque, gracias a 1.579 y 139 unidades respectivamente. Con tales números, resulta casi imposible creer que le tomó 22 años de carrera para finalmente alzar la Stanley Cup, hazaña lograda en el 2001, cuando entre lágrimas levantó el trofeo más codiciado del hockey, tras ganar el título con el Colorado Avalanche.
Bourque, también posee el segundo mejor diferencial de todos los tiempos con un +528 (su equipo consiguió esa cantidad de goles con él sobre la pista), pero además sus 173 goles en Power Play, lo convirtieron en uno de los defensas más dominantes dentro de equipos especiales y gracias a sus 60 anotaciones para darle la victoria a sus equipos, se le podría considerar como el jugador de la línea azul más ofensivo de todos los tiempos.
Ganador del Calder Trophy, como Novato del Año en la campaña de 1979-80, el canadiense es el líder de todos los tiempos en tiros a puerta con 6,206, comandando la estadística en 1984, 1987 y 1995. Ganador en cinco ocasiones del Trofeo Norris, Bourque participó en 19 Juegos de Estrellas, de forma consecutiva, siendo un récord que quizás nunca podrá romperse.
Gracias a sus 21 años con los Bruins, se le considera una leyenda en Boston, pero llegó un momento en su carrera en el que solicitó un traspaso, con el objetivo de ganar la Stanley Cup y así, fue como llegó a las filas de Colorado en la temporada de 1999-2000, logrando el campeonato un año después frente a los New Jersey Devils de Martin Brodeur, en siete juegos. Tras cumplir con la meta, el defensa optó por el retiro, validando su legendaria carrera, que lo llevó al Salón de la Fama.
Cuarto Par: Eddie Shore - Dennis Potvin
Para cerrar este capítulo, una dupla que inmensa que bien podría estar ubicada más arriba, sólo que por estadísticas puntuales, termina siendo la cuarta unidad, no obstante, el impacto de ambos íconos es innegable, especialmente por tratarse de ciudades como Boston y Nueva York.
Ganador del Hart Trophy en cuatro ocasiones, como el jugador más valioso de la liga (el mayor número jamás obtenido por un defensa), Eddie Shore fue la roca de construcción sobre la línea azul de los Bruins desde 1926 hasta 1940, ganándose la reputación de ser un jugador agresivo pero inteligente al momento de dar golpes.
Algunos Historiadores de la NHL, resaltan las continuas disputas de Shore con jugadores rivales y tácticas cuestionables, que lo convirtieron quizás en el hombre más odiado de todo el hockey. Para citar un episodio puntual, nos trasladamos a 1933 cuando el defensa le propinó un golpe por la espalda a la estrella de los Toronto Maple Leafs, Irvine "Ace" Bailey, por la espalda, enviando al desprevenido Bailey a estrellarse contra el hielo donde se golpeó la cabeza.

Shore

Inconsciente del impacto, Bailey fue trasladado de urgencia al hospital en estado crítico. Más tarde, a Bailey se le diagnosticó una fractura de cráneo y estuvo a punto de morir en la sala de operaciones. Shore recibió una suspensión de 16 juegos por sus acciones. Lamentablemente, Bailey nunca volvió a jugar.
Sin embargo, la tragedia dio paso a una de las tradiciones más emblemáticas de la historia de la NHL, pues para ayudar a pagar las cuentas médicas de Bailey, la liga decidió realizar un partido benéfico entre los Toronto Maple Leafs y una selección de los mejores jugadores de la liga, se recaudaron más de 20 mil dólares en 1947 y así, fue como comenzó lo que hoy en día se conoce como el Juego de las Estrellas.
De Boston, pasamos a la "Gran Manzana" y es que resulta imposible dejar por fuera de la lista, al mejor defensa en la historia de los New York Islanders, ganadores de cuatro copas consecutivas desde 1980 hasta 1983. Pero además de los anillos, los tres trofeos Norrisy el Calder Trophy(Novato del Año), Denis Potvin dejó el juego como uno de sus jugadores más completos.
En su momento, Potvin se convirtió en el primer defensa de la NHL en llegar a los mil puntos, cifra que alcanzó cuando marcó el sexto gol de los Islanders en un empate 6-6 contra los Buffalo Sabres el 4 de abril de 1987. Posteriormente, en su última temporada activa, se convirtió en el primer representante de la línea azul con 300 goles (hits), cuando propinó cuatro, el 14 de enero 1988 ante los Quebec Nordiques.
Cuando llego la hora de colgar sus patines en 1988, Potvin había registrado 310 goles, 742 asistencias y 1,052 puntos en 1,060 juegos, promediando casi una tanto por partido, siendo los números más altos para un defensa en aquella oportunidad. De igual forma, fue seleccionado en siete oportunidades al Partido de las Estrellas y el 1 de febrero de 1992, los New York Islanders retiraron la camiseta con su número 5, siendo el primer jugador de la franquicia en recibir tal honor.
Una vez más, apreciamos su compañía en este viaje por la historia de la NHL y no olvide dejarnos sus comentarios en nuestra cuenta oficial de Twitter: @nhlespanol.