McKenna anota en el hockey colegial en triunfo de Penn State

TEMPE, Arizona. – Gavin McKenna sacó un potente tiro de primera intención desde el círculo derecho en situación de power play a 1:53 del final del tercer periodo el sábado, anotando su primer gol en el hockey universitario y para darle la ventaja a Penn State. Lleno de emoción, hizo un gesto de ‘trinches abajo’, lo opuesto al de ‘trinches arriba’ de Arizona State.

Luego, después de que los Nittany Lions sellaran una remontada de 4-2 en la Mullett Arena, el joven de 17 años patinó hasta la zona final, junto a la sección estudiantil de los Sun Devils. En noches consecutivas, los estudiantes lo habían abucheado cuando tocaba el disco. Esa noche, añadieron un par de cánticos.

“¡Sobrevalorado!” y “¡Gavin (apesta)!”

McKenna golpeó el vidrio con la paleta de su bastón, sonriendo y celebrando.

“Me han estado dando con todo este fin de semana, obviamente”, dijo McKenna. “Espero eso durante casi todo el año. Sí, así que pensé en devolvérselos”.

Ha sido un gran fin de semana para McKenna, el prospecto más codiciado en la historia del hockey de la NCAA y el favorito para ser la primera selección del Draft de la NHL de 2026.

El viernes, en su primer partido, consiguió dos asistencias memorables, una victoria por 6-3. Ahora, anotó el gol de la victoria en su segundo partido. Ambos goles fueron transmitidos por NHL Network y el canal de YouTube de la NHL.

“Los jugadores especiales hacen jugadas especiales en momentos especiales, y eso es exactamente lo que sucedió”, dijo el entrenador de Penn State, Guy Gadowsky.

McKenna fue el jugador del año de la temporada pasada en la Liga de Hockey del Oeste (WHL) y la Liga Canadiense de Hockey (CHL). Acumuló 129 puntos (41 goles, 88 asistencias) en 56 partidos con Medicine Hat, además de 38 puntos (nueve goles, 29 asistencias) en 16 partidos de playoffs.

Llegó a la universidad para prepararse para jugar en la NHL, posiblemente la próxima temporada. Con 1,83 metros de altura y 77 kilos de peso, quería aprovechar más tiempo en el gimnasio con el calendario universitario más corto, y quería jugar contra oponentes mayores y más fuertes.

Eso quedó bastante claro este sábado. Los Sun Devils querían ser agresivos con él. En una jugada, fue superado físicamente. En otra, le sacaron el disco y él respondió con un bastonazo (cross check).

Lo escuchó de la sección estudiantil mientras patinaba hacia la congeladora a los 4:05 del tercer periodo, con los Nittany Lions perdiendo 2-0. El delantero Nicholas Chin-DeGraves lo rescató anotando un gol en el Penalty Killing (inferioridad numérica) a los 5:29 para reducir la desventaja a 2-1.

“Me dejé llevar por las emociones en ese castigo”, dijo McKenna. “Obviamente, no quieres cometer ese castigo, pero anotamos. Mi saludo a ‘Graves’. Y sí, creo que he aprendido a lidiar con eso. Será algo que tendré que aprender todo el año, a mantener la calma y no dejar que me afecte”.

Gadowsky no estaba preocupado.

“Por eso vino aquí, para ponerse más grande y fuerte”, dijo Gadowsky. “Pero denle tiempo. Les diré una cosa: pienso que su juego sin el disco fue realmente bueno todo el fin de semana. Subestimé lo bueno que era con eso, así que lo logrará. Y créanme, está creciendo y fortaleciéndose cada semana. Denle un par de meses”.

El delantero JJ Wiebusch empató 2-2 a los 8:30 del tercer periodo, y cuando los Nittany Lions consiguieron una situación de Power Play al final del periodo, se convirtió en un momento ideal para NHL Network. El defensa Mac Gadowsky, hijo del entrenador, envió un pase de izquierda a derecha para McKenna.

“Gran pase de Mac por toda la pista, y vaya que lo conectó”, dijo el entrenador, con la voz apagada por un momento. “Dios mío, fue tremendo”.

McKenna no se equivocó.

“Obviamente, fue un Power Play enorme”, dijo McKenna. “Vi a Mac, me estaba buscando y luego metió un gran pase. Disparé, intenté elegir la ubicación y después vi que el disco estaba en el fondo de la red”.

Eso silenció a los aficionados, incluyendo a los estudiantes. Sí, hay una razón por la que McKenna ha generado tanta expectación. Hay que tener cuidado de llamarlo sobrevalorado.

“No es nada nuevo, la verdad”, dijo McKenna al término del partido. “Quizás solo los abucheos cuando toco el disco. Puede que sea nuevo. Pero la mayoría de las veces, siempre tengo una diana en la espalda. He aprendido a jugar así, y sí, no es nada nuevo para mí”.

Después del juego, mientras las familias llenaban el pasillo, McKenna hizo una entrevista rápida y luego se dirigió a la pista para una foto. Levantó el puck que había metido en la portería. En rotulador negro sobre una cinta blanca, se podía leer: “1er gol en la NCAA”.

El primero de muchos.

“Pensé que estuvo excelente todo el fin de semana, y miren, también hay que reconocerle el mérito por manejar todo el ruido”, dijo el entrenador Gadowsky. “Hay mucha gente aquí. Maneja el ruido como un auténtico veterano de 20 temporadas. De verdad que así parece ser. La forma en la que maneja sus emociones y todo el ruido que lo rodea es excepcional. Es increíble”.