Tres puntos. Esa es la diferencia que separa a los Detroit Red Wings de uno de los puestos de postemporada, una instancia a la que no han clasificado desde el 2016. Sin embargo, este escenario, de estar así de cerca del segundo lugar del Comodín de la Conferencia Este, parecía irreal hace apenas unas semanas.
Hasta que llegó Todd McLellan al banquillo de los Red Wings en sustitución de Derek Lalonde. Desde entonces, el equipo ha dado un giro de 180 grados, evidenciándose la mayor diferencia en el Power Play. Detroit volvió a apelar el jueves a su efectividad con un hombre más en el hielo para ampliar su buen momento y vencer a los vigentes campeones de la Stanley Cup a domicilio, despachando a los Florida Panthers 5-2 en la Amerant Bank Arena, gracias en parte a tres goles en situaciones de ventaja numérica.
El Power Play de los Red Wings se ha convertido en el mejor de la NHL desde la llegada de McLellan. En los últimos diez partidos, Detroit ha anotado 17 goles en 34 oportunidades con ventaja numérica, una asombrosa efectividad del 50%. Esto representa el 41.5% del total de goles anotados por el equipo en ese tramo, consolidando su ascenso al segundo puesto de la liga con un porcentaje global del 29.6%.
Antes de este cambio, el Power Play de Detroit ya era respetable, con una efectividad del 22.5% que los colocaba en la posición 11 de la NHL. Sin embargo, el sistema de McLellan ha elevado el nivel del equipo, especialmente en los momentos decisivos, permitiendo que jugadores como Dylan Larkin, Patrick Kane y Lucas Raymond destaquen. Este trío ha sido clave en el resurgimiento del equipo, combinándose para 26 puntos en situaciones de ventaja numérica en los últimos diez juegos.
El partido del jueves fue un ejemplo de la resiliencia de los Red Wings. A pesar de ser superados en disparos 43-20, encontraron la manera de imponerse gracias a un Cam Talbot inspirado y una ejecución magistral del Power Play. Talbot, quien registró 41 salvadas, destacó especialmente en el tercer periodo, donde enfrentó 23 disparos y detuvo cada uno de ellos.
“Una arena complicada y un equipo veterano. Necesitábamos responder tras nuestro último partido”, comentó Talbot, en referencia a la derrota 6-3 ante los Sharks el martes. “Hoy volvimos a imponer nuestro ritmo”.
Patrick Kane también brilló, aportando un gol y una asistencia, incluyendo el tanto de la victoria. Con este logro, Kane se unió a un selecto grupo de jugadores nacidos en Estados Unidos con 80 goles para ganar partidos en su carrera, junto a leyendas como Mike Modano, Jeremy Roenick y Zach Parise.
Dylan Larkin fue otro de los protagonistas de la noche, con dos goles y una asistencia, alcanzando la marca de 20 goles por cuarta temporada consecutiva, algo que no se veía en Detroit desde los días de Henrik Zetterberg. Larkin, además, lidera al equipo en tantos (20) totales y en el Power Play (11) esta temporada, consolidándose como el alma ofensiva del equipo.