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Alejandro Apud se enamoró de la pista de hielo a la edad de 4 años, siguiendo los pasos de su hermana mayor, quien practicaba el patinaje artístico. Pero fue justo al momento en que vio su partido de hockey meses después cuando su vida tomaría un rumbo definitivo.

El pequeño Alejandro insistió tanto en empezar a practicar hockey que después de meses finalmente convenció a sus papas, aunque con una simple condición: tenia que comprometerse a jugar dos años para que le compraran el equipo necesario.
"Siempre me fascinó como se deslizaba la gente, la velocidad que agarraban", comentó un emocionado Apud. "Nunca vi a alguien jugar sin una sonrisa. Todo el mundo que lo juega, lo ama".
Cruzando la frontera
Alejandro comenzó a jugar en la Ciudad de México, aunque dos años después tuvo que mudarse a Monterrey por los compromisos laborales de su padre. La ciudad que se ubica al norte del país no contaba con muchos niños jugando al hockey, pero la familia encontró una alternativa: cruzar la frontera para jugar con los Junior Killer Bees en la ciudad vecina de McAllen, en Texas.
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"Ganamos partidos y torneos en cuestión de meses", mencionó Apud. "Cuando ganamos el Presidents' League en Dallas (División AA), me dijeron que tenía potencial y que tenía que jugar en AAA".
Para esos tiempos el papá de Alejandro ya estaba buscando la forma de mudarse a Estados Unidos de manera definitiva y entre sus planes estuvo el ser inversionista de un equipo de la difunta Central Hockey League (CHL). Ahí fue donde conoció a Rick Kozuback, exitoso coach a nivel universitario y quien en ese tiempo fungía como el presidente de la liga.

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Formando una amistad con la familia Apud, Kozuback les consiguió los contactos para llevar a cabo pruebas en el estado de Arizona, donde Alejandro pudo ingresar al equipo de los Bobcats, ya en la categoría AAA.
"Estaba muy nervioso porque me decían que AAA era la gran cosa, muchos me decían que no estaba listo", dijo Apud. "Todo bien después de unos meses, comenzamos a jugar contra equipos fuertes".
Subiendo de nivel
Después de cuatro años en la categoría, Alejandro siguió subiendo de nivel, llegando al junior hockey en la NA3HL con los Louisiana Drillers y después en la EHL con los Connecticut Chiefs. Su temporada de 2018-19 con los Drillers fue bastante prometedora, acumulando nueve goles y 14 asistencias en 40 partidos.
Ya con 18 años cumplidos, Alejandro estaba listo para jugar en la SJHL en Sasketwchan, Canada, incluso disputando partidos de exhibición. Sin embargo la pandemia le impidió quedarse definitivamente al no ser ciudadano canadiense y justo cuando consiguió una visa de estudiante, la temporada quedó cancelada.

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Apud también se ha mantenido ocupado representando a la Selección Mexicana en los últimos tres años, contando entre sus mayores recuerdos el ganar la medalla de plata en un mundial Sub-18 de 3ra división en Turquia. Ademas fue nombrado capitán del representativo en tal categoría contando apenas con 16 años.
"Cuando estábamos entrenando, siempre daba el cien por ciento", comentó Alejandro. "No soy el mejor con mis palabras, pero siempre puedo dar el ejemplo".
Gran parte de esa ética de trabajo la ha desarrollado con el apoyo de sus entrenadores personales, Dustin Wood y Brad Perry. Incluso, Alejandro ha estado mejorando su "power skating" con la ayuda del reconocido entrenador ucraniano, Boris Dorozhenko, quien ha fungido como mentor de varios jóvenes mexicanos y figuras de la NHL, como el astro de los Toronto Maple Leafs, Auston Matthews, de madre mexicana.
Los planes a futuro
Han pasado ya casi 10 años desde que la familia Apud busco nuevas oportunidades para que Alejandro pudiera cumplir sus sueños y desarrollar sus habilidades al norte de la frontera. A pesar de eso, nunca ha dado nada por sentado y se siente motivado para seguir dando satisfacciones a todos lo que le han apoyado tanto.
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"A veces siento esa presión, de que que tengo que hacerla porque todos han sacrificado mucho e invertido cosas en mí", mencionó Alejandro. "Pero mi papá siempre me ha dicho que mientras haga mi mejor esfuerzo, debo estar contento con lo que estoy haciendo y los resultados llegaran solos".
Por el momento Alejandro aspira a seguir jugando junior hockey para poder conseguir un lugar en una universidad de Estados Unidos, preferiblemente en la División 1, la más importante.

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Entre sus planes se encuentran las escuelas SUNY Oswego, Rochester Institute of Techonology, o la afamada Cornell University, donde aparte de jugar, le gustaría cursar una carrera de arquitectura.
Pensando en un futuro más lejano, Alejandro tiene la mira puesta en ser el primer jugador mexicano en la American Hockey League (AHL) y en incluso se ve a sí mismo llegando a la tierra prometida de la NHL.
"La meta después de la universidad es tener un contrato para jugar al hockey profesional y subir de ligas para algún día jugar en la NHL. Me emociona mucho pensar en jugar al nivel profesional, espero que se de ese día", remató Apud.