Dos juegos, fue lo que le tomó a Connor McDavid no sólo para anotar su primer gol, sino también para registrar el décimo hat trick de su carrera en temporada regular (tiene uno en los playoffs) y el primero de la naciente campaña 2021-22 de la NHL. Y no pudo escoger un mejor escenario que la afamada 'Batalla de Alberta', ante los Calgary Flames.

No es un acto desconocido que McDavid estalle a la ofensiva como lo hizo la noche del sábado en Rogers Place, de alguna manera es lo que de él se espera cada noche porque ha sabido vivir ante esa exigencia, pero esto es apenas la punta del iceberg.
La primera línea de Edmonton, conformada por Leon Draisaitl, Jesse Puljujarvi y McDavid, tuvo una noche espectacular, combinándose para nueve puntos y dejando claro por qué son el motor de un equipo que ya no busca gustar y convencer en la temporada regular, sino dar el paso al siguiente nivel.
El estelar delantero de los Oilers abrió su cuenta goleadora a los 17:29 del primer periodo, un tiro desde el círculo que pudo colarse también porque el portero de los Flames, Jacob Markstrom, quedó descolocado con el pase que antecedió ese disparo de McDavid.

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El segundo gol fue bastante más significativo porque deja ver que, a pesar de lo que muchos piensan, el joven delantero centro de Edmonton todavía tiene margen de mejora y con humildad lo admite y eso habla de todo cuanto está dispuesto a hacer para ser todavía mejor, por difícil que sea de creerse. Ha estado perfeccionando su tiro potente (Slap-Shot).
McDavid marcó su Segundo tanto del encuentro a los 5:33 del Segundo tercio en una situación de ventaja numérica, gracias a un pase del defensa Darnell Nurse, quien mando un pase de costa a costa para que McDavid jalara del gatillo con fuerza desde el círculo, un tipo de herramienta por la que no es precisamente tan conocido.
"Rodó un poco, pero fue un buen pase de Nurse y traté de darle en el mero centro", comentó McDavid. "Probablemente nunca he marcado un gol desde allí de esa manera, un tiro de primera como ese. Definitivamente trabajé en eso en el receso de temporada, fue un buen pase de Nurse y solo traté de conectarlo".
El líder en puntos la temporada pasada (Art Ross Trophy) y ganador del Trofeo Hart en 2020-21, completó su hat trick a los 18:23 del último periodo, cuando los Flames sacaron a su portero para tener un atacante adicional, y con la portería vacía, McDavid no desaprovechó para anotar y provocar la lluvia de gorras hacia la pista para tributarlo.
"Creo que esta noche (ayer) fue un ejemplo perfecto de profundidad, los equipos especiales estaban respondiendo, nuestra tercera línea estaba consiguiendo un gol, y creo que en el tercer periodo simplemente cambiamos nuestras líneas una y otra vez", mencionó Draisaitl. "Mantuvimos las cosas simples, y cuando tienes una profundidad así, te da diferentes opciones y es difícil de superar".
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Fue una noche redonda para la primera línea de Edmonton, pues además de los tres goles de McDavid, Draisaitl colaboró con tres asistencias, mientras que Puljujarvi contribuyó con una anotación y otras dos asistencias, un síntoma de que si este grupo de jugadores anda bien para los Oilers, todo será armonioso.
Pero aún hay más. Gracias a su triple combo de goles, McDavid llega a los 579 puntos de por vida, con lo cual superó a Doug Weight (577) en el séptimo lugar dentro de la historia de los Oilers, además de que su 45to gol ganador lo pone en el cuarto sitio de la franquicia en ese rubro, empatando a Ryan Smith.
El astro alemán de Edmonton, no se quedó atrás. Draisaitl alcanzó las 311 asistencias, cifra con la que rebasó a Kevin Love (309) para quedarse con la décima posición histórica dentro de la franquicia de los Oilers.
Aunque en el debut de temporada, el pasado miércoles ni Draisaitl ni McDavid lograron anotar goles, sí pudieron contribuir con la causa, al aportar una y dos asistencias, respectivamente, en el partido ante los Vancouver Canucks, que acabaron ganando en los tiros de desempate (shootouts).
Gracias al triunfo del sábado por 5-2 sobre Calgary, Edmonton colocar su marca en 2-0-0 y confirma que el equipo tiene sed de revancha, luego de una eliminación por barrida ante los Winnipeg Jets en la ronda inicial de la postemporada, pero la llegada de jugadores como Duncan Keith y Zach Hyman dan todavía más razones para pensar que los Oilers esta vez van en serio.