Columbus Blue Jackets: �Listos para m�s?

En la temporada regular no hubo otro equipo que mostró una mejor capacidad de reacción que los Columbus Blue Jackets. Desde el arranque, todo estuvo en contra.
Pero cuando parecía que se iban a hundir, lograron mantenerse por encima del agua.

Al momento en el que se dio la pausa de la NHL del 12 de marzo debido a las preocupaciones relacionadas con el coronavirus, Columbus contaba con una marca de 33-22-15 y tenían el segundo boleto de comodín a los Playoffs de la Stanley Cup de la Conferencia del Este bajo su poder.
Pero para el reinicio de la activad, el club tendrá un camino distinto hacia la postemporada.
Estará participando la Eliminatorias de la Stanley Cup rumbo a los playoffs.
Bajo este formato inédito, 24 equipos (12 por conferencia) estarán peleando por el campeonato.
Como el noveno sembrado del Este, los Blue Jackets (.579) arrancarán midiéndose al octavo, los Toronto Maple Leafs (.579) en una serie a cinco partidos.
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Los pronósticos no favorecen para nada a Columbus para alzar la Copa, pero el equipo cuenta con cualidades notables que lo pueden llevar a dar la sorpresa. Estas cinco razones explican sus posibilidades:
Tendrán la salud que los evadió
Ningún otro equipo de la NHL fue golpeado por las lesiones como los Blues Jackets.
Lideraron a toda la Liga en cuanto al número de partidos que sus jugadores se perdieron debido a las lesiones (419).
Cuando se congelaron las acciones, Columbus tenía a ocho elementos fuera de acción.
Sin embargo, de cara a la reanudación del torneo, la fortuna le está sonriendo al club.
Debido al largo periodo de descanso que han tenido los jugadores desde que se detuvo el certamen, se anticipa que los Blue Jackets podrían contar con casi todo su plantel, algo que no hubiera sucedido si la campaña hubiera seguido.
El grupo de elementos que estará regresando es encabezado por el defensor Seth jones y el alero derecho Oliver Bjorkstrand.
Jones se fracturó el tobillo el 8 de febrero en un juego ante el Colorado Avalanche y requirió cirugía. Se perdió 14 partidos; Columbus resintió mucho su ausencia al colectar una foja de 3-5-6 antes de la pausa. Terminó con 30 puntos (seis goles y 24 asistencias) en 56 cotejos, y lideró a todos patinadores con el promedio más alto de minutos sobre el hielo por partido (25:17), fue el séptimo mejor de la NHL.
Bjorkstrand también sufrió una fractura de tobillo y necesitó cirugía. Quedó fuera de acción el 20 de febrero en un encuentro contra los Philadelphia Flyers. Pese a perderse ocho partidos, el delantero terminó como el máximo goleador del equipo con 21 tantos (36 puntos) en 49 juegos.

WPG@CBJ: Bjorkstrand manda a fondo gol definitvo

Los atacantes Cam Atkinson (tobillo), Alexandre Texier (espalda) y Nathan Gerbe (ingle), más el defensor Dean Kukan (rodilla), redondean la lista reincorporaciones.
Brandon Dubinsky es el único jugador que ha sido descartado. El armador se perdió toda la fase regular debido a que padece de una degeneración crónica en la muñeca.
Por su parte, Josh Anderson todavía está rehabilitándose tras sufrir una seria lesión de hombro.
El alero derecho quedó fuera de acción el 14 de diciembre y el 2 de marzo requirió una cirugía correctiva. Originalmente se dijo que le tomaría de cuatro a seis meses para recuperarse. Aún no ha sido descartado.
Ostentan una férrea defensa
Bajas importantes en el verano y las lesiones dejaron a Columbus con un ataque que no sembró mucho miedo en la fase regular.
Registraron la tercera peor cosecha de goles de la NHL con 180, un promedio de 2.57 por partido.
Sin embargo, de una manera bastante contrastante, la unidad defensiva de los Blue Jackets fue la fortaleza del club. Los equipos rivales batallaron mucho para hacerle daño.
Columbus tuvo una de las mejores defensas del torneo, las estadísticas así lo dicen.
Quedó entre los primeros puestos de varios departamentos claves.
Registraron el tercer promedio más bajo de goles en contra por partido (GAA) con uno de 2.61 tras 70 partidos, detrás de los Dallas Stars (2.52) y los Boston Bruins (2.39).
Cedieron la quinta cantidad más baja de goles en situaciones de fuerzas aniveladas de 5 vs.5 (122) y la segunda en cuanto a tantos con la potería vacía (6).
Además, contaron con el 12mo mejor porcentaje de efectividad en penalty kills. Sufocaron a las ofensivas rivales el 81.7 por ciento de las veces en las que estaban en desventaja numérica.
Finalmente, a la hora de permitir disparos tuvieron el séptimo promedio más bajo por partido (29.9).
Del lado individual, el defensor David Savard terminó con la segunda cifra más alta de tiros bloqueados de toda la NHL (163); Jones otuvo la 18va (123).

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Tienen dos guardametas formidables
La gran incógnita de Columbus entrando a este torneo era su arco, y por justa razón.
Sería su primera campaña sin su bastión Sergei Bobrovsky.
El ruso tuvo un paso excelso en las siete temporadas que protegió la meta de los Blue Jackets.
Ganó dos Vezina Trophys--el premio al mejor portero (2012-13 y 2016-17). Además, se apuntó el récord de más victorias (213) de la franquicia y el de más blanqueadas (33).
En la temporada baja, Bobrovsky optó por unirse a los Florida Panthers como agente libre.
Columbus tenía un hueco difícil de llenar, sin embargo, no solo apareció un buen relevo, aparecieron dos.
Jonas Korpisalo y Elvis Merzlikins tuvieron excelentes desempeños, los cuales hicieron que Bobrovsky no fuera extrañado.
Korpisalo, quien fue el suplente de Bobrovsky por cuatro años, fue la primera opción del club.
Se fue 19-12-5 con un GAA de 2.60, un porcentaje de salvadas (SV%) de .911 y dos blanqueadas en 37 cotejos (35 aperturas). Sin embargo, el finlandés se perdió 24 encuentros tras sufrir una lesión de rodilla el 29 de diciembre, la cual requirió cirugía.
En su ausencia surgió el novato Merzlikins.

BOS@CBJ: Merzlikins se apunta otra blanqueada al hilo

El letón no tuvo una buena presentación en la NHL con los Blue Jackets, cayó en sus primeras ocho aperturas (0-4-4).
Pero cuando tuvo que responder ante la lesión de Korpisalo, estuvo sensacional. ¡Del 11 de enero al 7 de febrero, registró cinco blanqueadas!
El novato de 26 años terminó con una foja de 13-9-0 en 33 juegos; su GAA fue el séptimo más bajo de la Liga (2.35) y su SV% el quinto mejor (.923). Junto a Marc-Andre Fleury de los Vegas Golden Knights y Tuukka Rask de los Boston Bruins, compartió el segundo puesto en cuanto a blanqueadas (cinco). Estuvieron a una del líder Connor Hellebuyck de los Winnipeg Jets.
En la reanudación del certamen, Korpisalo y Merzlikins estarán luchando para ser el guardameta estelar de Columbus.
Sea quién sea el elegido, la puerta del club estará en buenas manos.
Un mago en el banquillo
En los 20 años que lleva como entrenador en jefe dentro de la NHL, John Tortorella ha tenido una carrera estupenda.
En 2003-2004 guio al Tampa Bay Lightning hacia la primera y única Stanley Cup de su historia hasta el momento.
También ha ganado el Jack Adams Award--el premio al entrenador del año--en dos ocasiones (2004 y 2017). Y en 2016, se convirtió en el primer timonel nacido en Estados Unidos en alcanzar las 500 victorias.
Pero lo que hizo Tortorella con los Blue Jackets en la fase regular de esta temporada, realmente lo consolidó como un gran entrenador.
Desde antes que comenzará el certamen, el explosivo mandamás ya estaba remando contra la corriente. En la temporada baja perdió tres elementos de alto calibre en la agencia libre: Bobrovsky y los delanteros Artemi Panarin y Matt Duchene.
Luego ya en el torneo, contó con un plantel que parecía un hospital y con una ofensiva sin mucho "punch".
No obstante, Tortorella logró mantener el equipo a flote gracias a un sistema de juego basado en la labor defensiva y agresividad física, con y sin posesión del puck.
Con un equipo que estará cerca del 100 por ciento de capacidad para lo que será el reinicio de la campaña, hay buenas posibilidades de que Tortorella siga haciendo magia.
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Todo puede suceder, otra vez
La postemporada pasada, Tortorella y sus pupilos dieron una de las campanadas más resonantes de todos los tiempos.
En la fase regular, el Tampa Bay Lightning había sido el mejor equipo, por lejos. Lideró a la Liga con 325 goles y fue el segundo club en la historia de la NHL en conseguir 62 triunfos. Los Detroit Red Wings habían establecido este récord en 1995-96.
Pero en la primera ronda de los playoffs, Columbus barrió al Lightning.
Con este resultado, el club avanzó a la segunda ronda de la postemporada por primera vez en sus 19 años de existencia.
La experiencia de esta hazaña, en combinación con las circunstancias bajo las cuales se dará la reanudación de la presente campaña, podría muy bien llevar a los Blue Jackets a producir una sorpresa aún más grande.
Los 24 equipos participantes prácticamente estarán empezando desde cero, pues nadie ha jugado desde marzo.
Todos los jugadores estarán recargados física y mentalmente; no estarán cargando con el trajín de la fase regular. En cualquier etapa del formato inédito de competencia, puede suceder cualquier cosa.
Con su estilo de juego intenso y sofocante, Columbus tiene la capacidad para desgastar a sus rivales y definir series camino a la Copa.